• Sabías que puedes registrarte o ingresar a tu cuenta directamente desde facebook con el botón de facebook en la parte superior de la página?

POEMA TRISTE

kin

Miembro Conocido
TRISTE.
Una noche que solo paseaba
vi sentado en un parque abandonado,
un ser que en su mirada dibujaba,
todo el dolor de un hombre derrotado.

Con la boca crispada miró al cielo,
con la tristeza del que nada espera,
su rostro lo cubría el desconsuelo
empapado de lluvia lastimera.

Su amargura rayaba en lo infinito,
y como presa de pesar tremendo,
a los vientos lanzó afligido grito,
y una risa de loco se fue oyendo.

Esa risa tan falta de alegría,
reflejaba un horrible desencanto,
y su cara tan triste la cubría,
una cascada de amargura y llanto.

-¿Quién eres? Pregunté desconcertado,
“-yo soy la frustración, un moribundo
que vivir no desea, un desdichado
que lleva a cuestas su dolor profundo.

Soy la noche sin fin ya sin fulgores,
que lleva del olvido horrible marca,
soy jardín que anhelando tener flores,
solo espera la risa de la parca.

De recordar ahora tengo miedo,
y el alma se transforma en un vacío,
su voz escucho cuando dice quedo,
“abrázame bien fuerte, tengo frío”.

-“Estoy enferma, sufro, se que muero,
quiero vivir y se me va la vida,
muy pronto emprenderé nuevo sendero,
perdóname mi amor por esta herida”.

Y era su triste adiós el que me daba,
quise decir mil cosas, no me oía,
solo sentí su mano que temblaba,
impotente la vi como moría.

Hundí mi triste faz entre las manos,
con lágrimas bañé mi desventura,
sentí que mis clamores eran vanos,
y creí enloquecer en mi amargura.

Un beso puse en su serena frente,
convulso de dolor, triste, deshecho,
después cerré sus ojos lentamente,
y estreche su cadáver en mi pecho”.

No dije nada, respeté su duelo,
y oré en silencio por aquel doliente,
y parecía que también el cielo,
lágrimas derramaba por la ausente.

Y vi que en la distancia se perdía
cargando su dolor con paso lerdo,
nada volví a saber desde ese día,
pero aún en mi mente lo recuerdo.
--------------------------------
KIN MEJIA OSPINA
 
Última edición:

José Luis Blázquez

JURADO - MODERADOR de los Foros de Poética Clásica
De agradable sorpresa es como califico haber encontrado esta obra tuya en este espacio. Si no recuerdo mal, es la primera vez que leo algo tuyo, y tengo que decirte que me ha gustado mucho la forma en la que escribes: tus versos son enormemente descriptivos y demuestran una gran sensibilidad. Espero verte por aquí con más asiduidad.

Un abrazo.
 

kin

Miembro Conocido
De agradable sorpresa es como califico haber encontrado esta obra tuya en este espacio. Si no recuerdo mal, es la primera vez que leo algo tuyo, y tengo que decirte que me ha gustado mucho la forma en la que escribes: tus versos son enormemente descriptivos y demuestran una gran sensibilidad. Espero verte por aquí con más asiduidad.

Un abrazo.
Amigo José Luis, un abrazo, ya tengo varias obras escritas en este maravilloso espacio, gracias por tan lindas palabras,mis respetos y mi amistad poeta.
 
TRISTE.
Una noche que solo paseaba
vi sentado en un parque abandonado,
un ser que en su mirada dibujaba,
todo el dolor de un hombre derrotado.

Con la boca crispada miró al cielo,
con la tristeza del que nada espera,
su rostro lo cubría el desconsuelo
empapado de lluvia lastimera.

Su amargura rayaba en lo infinito,
y como presa de pesar tremendo,
a los vientos lanzó afligido grito,
y una risa de loco se fue oyendo.

Esa risa tan falta de alegría,
reflejaba un horrible desencanto,
y su cara tan triste la cubría,
una cascada de amargura y llanto.

-¿Quién eres? Pregunté desconcertado,
“-yo soy la frustración, un moribundo
que vivir no desea, un desdichado
que lleva a cuestas su dolor profundo.

Soy la noche sin fin ya sin fulgores,
que lleva del olvido horrible marca,
soy jardín que anhelando tener flores,
solo espera la risa de la parca.

De recordar ahora tengo miedo,
y el alma se transforma en un vacío,
su voz escucho cuando dice quedo,
“abrázame bien fuerte, tengo frío”.

-“Estoy enferma, sufro, se que muero,
quiero vivir y se me va la vida,
muy pronto emprenderé nuevo sendero,
perdóname mi amor por esta herida”.

Y era su triste adiós el que me daba,
quise decir mil cosas, no me oía,
solo sentí su mano que temblaba,
impotente la vi como moría.

Hundí mi triste faz entre las manos,
con lágrimas bañé mi desventura,
sentí que mis clamores eran vanos,
y creí enloquecer en mi amargura.

Un beso puse en su serena frente,
convulso de dolor, triste, deshecho,
después cerré sus ojos lentamente,
y estreche su cadáver en mi pecho”.

No dije nada, respeté su duelo,
y oré en silencio por aquel doliente,
y parecía que también el cielo,
lágrimas derramaba por la ausente.

Y vi que en la distancia se perdía
cargando su dolor con paso lerdo,
nada volví a saber desde ese día,
pero aún en mi mente lo recuerdo.
--------------------------------
KIN MEJIA OSPINA
Hermoso poema, imágenes profundas, versos muy claros y un mensaje que cala muy hondo. Simplemente maravilloso, saludos Daniel
 

Severino Esteve

Miembro Conocido
TRISTE.
Una noche que solo paseaba
vi sentado en un parque abandonado,
un ser que en su mirada dibujaba,
todo el dolor de un hombre derrotado.

Con la boca crispada miró al cielo,
con la tristeza del que nada espera,
su rostro lo cubría el desconsuelo
empapado de lluvia lastimera.

Su amargura rayaba en lo infinito,
y como presa de pesar tremendo,
a los vientos lanzó afligido grito,
y una risa de loco se fue oyendo.

Esa risa tan falta de alegría,
reflejaba un horrible desencanto,
y su cara tan triste la cubría,
una cascada de amargura y llanto.

-¿Quién eres? Pregunté desconcertado,
“-yo soy la frustración, un moribundo
que vivir no desea, un desdichado
que lleva a cuestas su dolor profundo.

Soy la noche sin fin ya sin fulgores,
que lleva del olvido horrible marca,
soy jardín que anhelando tener flores,
solo espera la risa de la parca.

De recordar ahora tengo miedo,
y el alma se transforma en un vacío,
su voz escucho cuando dice quedo,
“abrázame bien fuerte, tengo frío”.

-“Estoy enferma, sufro, se que muero,
quiero vivir y se me va la vida,
muy pronto emprenderé nuevo sendero,
perdóname mi amor por esta herida”.

Y era su triste adiós el que me daba,
quise decir mil cosas, no me oía,
solo sentí su mano que temblaba,
impotente la vi como moría.

Hundí mi triste faz entre las manos,
con lágrimas bañé mi desventura,
sentí que mis clamores eran vanos,
y creí enloquecer en mi amargura.

Un beso puse en su serena frente,
convulso de dolor, triste, deshecho,
después cerré sus ojos lentamente,
y estreche su cadáver en mi pecho”.

No dije nada, respeté su duelo,
y oré en silencio por aquel doliente,
y parecía que también el cielo,
lágrimas derramaba por la ausente.

Y vi que en la distancia se perdía
cargando su dolor con paso lerdo,
nada volví a saber desde ese día,
pero aún en mi mente lo recuerdo.
--------------------------------
KIN MEJIA OSPINA
Me gustó este poema que acabo de leerte. Serventesios que no se olvidan. La tristeza en verso.
Saludos, Kin.
 

RADIO EN VIVO

Donar

Versos Compartidos en Facebook

Arriba