Severino Esteve
Miembro Conocido
CANTANDO A MEDIA TARDE
Para hacer mía una voz
solo tengo que cantarla,
sacar el grito del alma
y el resto del corazón.
Nunca fui cantor de cuna,
ni poeta, ni letrado;
soy más bien hombre de prados,
de esos de azadón y mula.
Mas quién me va a prohibir
rasgar las cuerdas vocales
y arrancarme en asonantes
cuando me apetezca a mí.
Pues nada, pensado y hecho,
aporto estas cuatro letras
después de echarme una siesta;
lo próximo un ovillejo.
Para hacer mía una voz
solo tengo que cantarla,
sacar el grito del alma
y el resto del corazón.
Nunca fui cantor de cuna,
ni poeta, ni letrado;
soy más bien hombre de prados,
de esos de azadón y mula.
Mas quién me va a prohibir
rasgar las cuerdas vocales
y arrancarme en asonantes
cuando me apetezca a mí.
Pues nada, pensado y hecho,
aporto estas cuatro letras
después de echarme una siesta;
lo próximo un ovillejo.