Daniel
Miembro Conocido
Ella, quién vi borrar la calma aguda
sobre los versos vivos del tormento,
solo desierto, un río sin aliento,
lágrima muda.
Gesto de muerte ataba su alegría,
oda de horror, espanto cual quimera,
fuegos nutrían su testuz, la espera
pura utopía.
Fue su desnuda voz de amor sin juicio
quién conjugó dolor, un llanto en ríos,
camas, paredes todo en blancos fríos.
Solo un hospicio.