Eclipse
Miembro Conocido
El niño y las sirenas (romance)
Afligido estaba un niño
muy cerquita de la mar
esperando a las sirenas
que volvieran a cantar.
Deseaba por momentos
bien quererles preguntar
sin son reinas de las olas
donde está ya su mamá.
Unas lágrimas cayeron
que quisieron navegar
recogidas por las ninfas
que escuchaban su pesar.
Tristes ellas contestaron:
“deja niño de llorar
que tu madre con nosotras
ha encontrado su lugar”
Si mi madre está contenta
yo a su lado quiero estar
que el cariño que yo siento
se lo tengo que entregar.
“Ella ahora no se encuentra
no la puedes despertar
tú regresa otro día
que vendrá para jugar”.
“Cuando salga luna llena
con nosotras se hallará
y podrás estar con ella
en su plena eternidad”
Ya la hora se acercaba
con la luna en bajamar
las sirenas le esperaban
con sus cantos sin igual.
Con los brazos bien abiertos
el chiquillo pudo entrar
entre olas lo cubrieron
para ver a su mamá.
Desde entonces nadie supo
el destino del chaval
pues las aguas lo tragaron
al llegar la pleamar.
Unos dicen que lo vieron
a unos peces abrazar
y otros hablan en silencio
porque vieron su volar.
Pero nadie sabe en cierto
que sirenas en el mar
se divierten con el niño
que feliz ahora está.
2-9-10
Afligido estaba un niño
muy cerquita de la mar
esperando a las sirenas
que volvieran a cantar.
Deseaba por momentos
bien quererles preguntar
sin son reinas de las olas
donde está ya su mamá.
Unas lágrimas cayeron
que quisieron navegar
recogidas por las ninfas
que escuchaban su pesar.
Tristes ellas contestaron:
“deja niño de llorar
que tu madre con nosotras
ha encontrado su lugar”
Si mi madre está contenta
yo a su lado quiero estar
que el cariño que yo siento
se lo tengo que entregar.
“Ella ahora no se encuentra
no la puedes despertar
tú regresa otro día
que vendrá para jugar”.
“Cuando salga luna llena
con nosotras se hallará
y podrás estar con ella
en su plena eternidad”
Ya la hora se acercaba
con la luna en bajamar
las sirenas le esperaban
con sus cantos sin igual.
Con los brazos bien abiertos
el chiquillo pudo entrar
entre olas lo cubrieron
para ver a su mamá.
Desde entonces nadie supo
el destino del chaval
pues las aguas lo tragaron
al llegar la pleamar.
Unos dicen que lo vieron
a unos peces abrazar
y otros hablan en silencio
porque vieron su volar.
Pero nadie sabe en cierto
que sirenas en el mar
se divierten con el niño
que feliz ahora está.
2-9-10