Jurcan Uriarte Pontleca
Miembro Conocido
¡ NANTENEHUA ! (voz náhuatl) MENTADA DE MADRE
En cierta ocasión, caminando a medio día, iba tarareando una canción; de pronto, al cruzar la calle de populoso barrio escuché un silbido a escasa distancia y logré mirar quien lo emitía, entonces me percaté de como un individuo volteaba enfurecido y éste, dirigiéndose a él le dijo: “a mi no me vas a mentar la madre, hijo de tu p&$”/)(=¿Ç, madre.”; entonces se trenzaron a puñetazos, hasta que salieron algunas personas y los separaron; aun así, se profirieron una serie de amenazas y palabras obscenas, pero se resistían a pacificarse; nuevamente la ”mentada de madre”, salió a relucir por ambos contrincantes. Lo que interrumpió mi canción y después empecé a deducir, fue un silbido musicalizado compuesto de cinco tiempos, nada más que en intervalos acompasados (aunque no sé nada de música), imaginándome el sonido así: “ fi, fi, fi, fii fiuuu”.
Mientras saboreaba una bebida; con la punta de los dedos, sobre la cubierta de la mesa del lugar donde me encontraba, emití cinco golpes, con intervalos iguales y resultó un sonido monótono.
Volví a realizar la operación y estuve jugando con las percusiones a capricho.
Logré infinidad de sonidos con esos cinco golpes, sin embargo noté que efectivamente cuando se dan las percusiones al igual que el silbido, de manera acompasada, resulta un sonido que al parecer es conocidísimo y na da agradable, ya que varias personas que iban de paso voltearon a mirarme, algunos sorprendidos, otros, al parecer molestos por creer que ese sonido iba dirigido a ellos.
Posiblemente, este experimento, muchas personas antes ya lo habían realizado, entonces empecé a profundizar sobre los efectos de ese sonido y los estragos que causa.
Pues bien, en conclusión y así de simple, este sonido es una forma de expresarse de manera vulgar a la progenitora, conocida por el populacho como “mentada de madre”.
Me preguntó: ¿Acaso ella es culpable de que dos malentendidos y malintencionados diriman sus problemas “mentándose la madre”, al grado de entablar fiera pelea.
No recuerdo si Alan Riding, en su libro “VECINOS DISTANTES”, menciona que “el mexicano es capaz hasta de matar por “una mentada de madre”, aunque para saber más sobre el origen de dicha “mentada de madre”, Octavio Paz habló en su libro “LABERINTO DE LA SOLEDAD”, y nos da un ligero antecedente.
Lo que no logro entender, por qué, la madre, es a quien siempre se le está hostigando para todo, sea para bien o para mal, ejemplo: chin(&%$· a tu madre; hijo de tu (&/%$E)?ÇÇ¿?)= madre; “me quedó a toda madre; ni madres: me importa madre; valió madre; qué a todas madres; me vale madre.
No faltó quien mencionará: te voy a dar en tu madre; al parecer, siempre dándole valor despectivo.
Posiblemente nuestra Real Academia de Lengua Española, no le ha dado la importancia suficiente al sustantivo femenino: “madre”, como es debido.
Tampoco logro entender el porqué, existe esta expresión; ¡te voy a dar de madrazos! Y la duda está aquí, porque: “quien es golpeado con una botella, recibe un botellazo; un bate, batazo; un ladrillo, ladrillazo; una guitarra, guitarrazo; el puño, puñetazo”, pero no nos imaginamos de qué manera le van a propinar los madrazos. ¿Ustedes, sí?
Autor: Rafael Calderón Negrete. (Puebla, México)
Seudónimo: Jurcan Uriarte Pontleca.
07/06/2016 Derechos de Autor Reservados.©
En cierta ocasión, caminando a medio día, iba tarareando una canción; de pronto, al cruzar la calle de populoso barrio escuché un silbido a escasa distancia y logré mirar quien lo emitía, entonces me percaté de como un individuo volteaba enfurecido y éste, dirigiéndose a él le dijo: “a mi no me vas a mentar la madre, hijo de tu p&$”/)(=¿Ç, madre.”; entonces se trenzaron a puñetazos, hasta que salieron algunas personas y los separaron; aun así, se profirieron una serie de amenazas y palabras obscenas, pero se resistían a pacificarse; nuevamente la ”mentada de madre”, salió a relucir por ambos contrincantes. Lo que interrumpió mi canción y después empecé a deducir, fue un silbido musicalizado compuesto de cinco tiempos, nada más que en intervalos acompasados (aunque no sé nada de música), imaginándome el sonido así: “ fi, fi, fi, fii fiuuu”.
Mientras saboreaba una bebida; con la punta de los dedos, sobre la cubierta de la mesa del lugar donde me encontraba, emití cinco golpes, con intervalos iguales y resultó un sonido monótono.
Volví a realizar la operación y estuve jugando con las percusiones a capricho.
Logré infinidad de sonidos con esos cinco golpes, sin embargo noté que efectivamente cuando se dan las percusiones al igual que el silbido, de manera acompasada, resulta un sonido que al parecer es conocidísimo y na da agradable, ya que varias personas que iban de paso voltearon a mirarme, algunos sorprendidos, otros, al parecer molestos por creer que ese sonido iba dirigido a ellos.
Posiblemente, este experimento, muchas personas antes ya lo habían realizado, entonces empecé a profundizar sobre los efectos de ese sonido y los estragos que causa.
Pues bien, en conclusión y así de simple, este sonido es una forma de expresarse de manera vulgar a la progenitora, conocida por el populacho como “mentada de madre”.
Me preguntó: ¿Acaso ella es culpable de que dos malentendidos y malintencionados diriman sus problemas “mentándose la madre”, al grado de entablar fiera pelea.
No recuerdo si Alan Riding, en su libro “VECINOS DISTANTES”, menciona que “el mexicano es capaz hasta de matar por “una mentada de madre”, aunque para saber más sobre el origen de dicha “mentada de madre”, Octavio Paz habló en su libro “LABERINTO DE LA SOLEDAD”, y nos da un ligero antecedente.
Lo que no logro entender, por qué, la madre, es a quien siempre se le está hostigando para todo, sea para bien o para mal, ejemplo: chin(&%$· a tu madre; hijo de tu (&/%$E)?ÇÇ¿?)= madre; “me quedó a toda madre; ni madres: me importa madre; valió madre; qué a todas madres; me vale madre.
No faltó quien mencionará: te voy a dar en tu madre; al parecer, siempre dándole valor despectivo.
Posiblemente nuestra Real Academia de Lengua Española, no le ha dado la importancia suficiente al sustantivo femenino: “madre”, como es debido.
Tampoco logro entender el porqué, existe esta expresión; ¡te voy a dar de madrazos! Y la duda está aquí, porque: “quien es golpeado con una botella, recibe un botellazo; un bate, batazo; un ladrillo, ladrillazo; una guitarra, guitarrazo; el puño, puñetazo”, pero no nos imaginamos de qué manera le van a propinar los madrazos. ¿Ustedes, sí?
Autor: Rafael Calderón Negrete. (Puebla, México)
Seudónimo: Jurcan Uriarte Pontleca.
07/06/2016 Derechos de Autor Reservados.©
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