Jurcan Uriarte Pontleca
Miembro Conocido
¡ QUÉ LÁSTIMA...!!!
Hace muchos años, Jurcan conoció a una bella damita en un transporte colectivo, conocido como “combi”. Ella le platicó lo maravillada que estaba de esta ciudad, le confió que venía de Baja California --- su tierra natal ---. Además le confesó que era su fin de vacaciones y lamentablemente su último día en Puebla, Puebla, México. En el transcurso del viaje, Jurcan, --- en carácter de anfitrión, le habló algunos lugares de esta ciudad y a la vez le señaló, a su paso, otros lugares de importancia desde dicho transporte---.
Una vez que la bella visitante llegó a su destino se despidió. Fue una despedida sana y emotiva, que le dejó a Jurcan, además de una magnifica impresión, su "su correo electrónico".
En aquél entonces, Jurcan, como siempre: “pobre y soñador”, no tenía lo suficiente para comprarse una computadora --- costaban un ojo de la cara ---, y todavía no se estilaban, los "cafés Internet", ni existían los celulares.
¡He aquí lo trágico!!! En esa época, en los medios de comunicación apareció un spot publicitario con la leyenda de: "...¡qué lástima, por no tener internet!..."
El final es triste y de imaginarse. Afortunadamente hoy, ¡Jurcan ya tiene computadora! Además, en cada calle de todas las ciudades abundan los “cafés Internet”.
El Internet se encuentra en las computadoras de las escuelas, del trabajo y en las plazas comerciales, incluso, en los celulares y todo lo relativo a la cibernética.
La historia se repite, también cruenta. Jurcan, ha tenido contactos de todo el mundo, pero…, “NUNCA APRENDIÓ INGLÉS”... bu, bu, bu ---como para suicidarse---.
Hace muchos años, Jurcan conoció a una bella damita en un transporte colectivo, conocido como “combi”. Ella le platicó lo maravillada que estaba de esta ciudad, le confió que venía de Baja California --- su tierra natal ---. Además le confesó que era su fin de vacaciones y lamentablemente su último día en Puebla, Puebla, México. En el transcurso del viaje, Jurcan, --- en carácter de anfitrión, le habló algunos lugares de esta ciudad y a la vez le señaló, a su paso, otros lugares de importancia desde dicho transporte---.
Una vez que la bella visitante llegó a su destino se despidió. Fue una despedida sana y emotiva, que le dejó a Jurcan, además de una magnifica impresión, su "su correo electrónico".
En aquél entonces, Jurcan, como siempre: “pobre y soñador”, no tenía lo suficiente para comprarse una computadora --- costaban un ojo de la cara ---, y todavía no se estilaban, los "cafés Internet", ni existían los celulares.
¡He aquí lo trágico!!! En esa época, en los medios de comunicación apareció un spot publicitario con la leyenda de: "...¡qué lástima, por no tener internet!..."
El final es triste y de imaginarse. Afortunadamente hoy, ¡Jurcan ya tiene computadora! Además, en cada calle de todas las ciudades abundan los “cafés Internet”.
El Internet se encuentra en las computadoras de las escuelas, del trabajo y en las plazas comerciales, incluso, en los celulares y todo lo relativo a la cibernética.
La historia se repite, también cruenta. Jurcan, ha tenido contactos de todo el mundo, pero…, “NUNCA APRENDIÓ INGLÉS”... bu, bu, bu ---como para suicidarse---.
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