margui
Miembro Conocido
Hay, ¡cómo lloras!
Escucho tus lamentos cada día
cuando en calma, me siento a beber
un vaso de agua.
¿Quién escribe el destino de una bestia?
¿Quién le procura alimento a la cautiva?
Si a los ojos de su dueño es un objeto
sin ánima, ni padecer y sin valía.
Hay, ¡cómo gimes!
Arañas la lisa superficie de tu cárcel,
único regalo de tu vida.
¿Quién se cree tan grande,
poderoso e insolente
para poseerte a ti
alma viviente, pobre cautiva?
Escucho tus lamentos cada día
cuando en calma, me siento a beber
un vaso de agua.
¿Quién escribe el destino de una bestia?
¿Quién le procura alimento a la cautiva?
Si a los ojos de su dueño es un objeto
sin ánima, ni padecer y sin valía.
Hay, ¡cómo gimes!
Arañas la lisa superficie de tu cárcel,
único regalo de tu vida.
¿Quién se cree tan grande,
poderoso e insolente
para poseerte a ti
alma viviente, pobre cautiva?