¡Oh Dios mío!
es verdad que el cielo no me ha encontrado
yo, lo busque en sus ojos
lo indagué en sus manos
no estaba allí,
no había llegado.
Tu no investigaste
por si acaso en mi lo encontrabas
y tendrías que abandonar la tierra
aquella que a mi me amaba
y vivir en el paraíso
al lado del nuevo mar,
donde el agua cantaba
donde no pudo llegar.
¡Oh Dios mío!
el cielo existe
está a mi lado.
está junto a mí
lo que tan lejos he buscado.
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