• Sabías que puedes registrarte o ingresar a tu cuenta directamente desde facebook con el botón de facebook en la parte superior de la página?

¡otra vez, liborio!!!

¡OTRA VEZ, LIBORIO!!!

En una ocasión, Don Teo, atento vecino, conociendo las cualidades de LIBORIO, lo invitó a tomarse unas copas. El pretexto fue que había llegado Jesús, ex compañero de trabajo de Don Teo., a quien simplemente se le conocía como “Chucho”. LIBORIO, es ese tipo de hombre semejante al clásico “Pancho López”, (fuerte, audaz y valiente),porque deja lo que esté haciendo y nunca dice “NO”, pero no porque sea “facilote”, simplemente es sociable y según él, “…esos momentos no tienen precio y la vida se hizo para disfrutarla…”. Además se trataba de brindar, de gustar, de “conbeber”, perdón, se dice “convivir”.
Una vez ya enfrascados en el “conbebio” (convivio), la bebida empezó a circular. Que una cervecita para el calor y para que baje la botana; que un pulquito, como buenos mexicanos, porque aunque no hubiera botana, “se dice que el pulque es nutritivo y que le falta un grado para ser carne”, y para el “desempance”, pues una copita de ron, brandy, tequila o lo que sea. Además el momento lo ameritaba y LIBORIO, fue invitado porque éste amenizaba el ambiente, ya sea contando cuentos o cantando.

Se habló ¡ufff!!, del trabajo; de los problemas familiares y en voz baja de algunas aventurillas amorosas. Lo agradable del convivio fue, que a cada comentario, LIBORIO, le adecuaba una canción. Tenía tema para todo, y se recordó desde los tiempos añejos hasta la actualidad.
Chucho estaba maravillado con LIBORIO, porque no había canción que no se supiera y como decíamos, tenía tema para cada momento.
Hubo remembranzas para cada etapa y el estado de ánimo varió gracias a los humos del alcohol --- cada canción externaba su mensaje ---.
A Chucho, ya no le interesaba si LIBORIO, cantaba bien o mal, el caso es que el rincón, donde se refugiaron, se antojaba bohemio; gracias a las canciones se recordó, se lloró, se cantó y se confesó algún pecadillo que a resumidas cuentas era el pretexto para seguir diciendo: ¡salud!!!
Todo transcurría bien; el ambiente estaba alegre y a las mil maravillas, pero quien sabe quien fue con el chisme de que LIBORIO, estaba con don Teo., o el escándalo se escuchaba hasta la calle, pero en ese momento se escucharon fuertes toquidos (golpes), en el zaguán de la casa de Don Teo.; alguien de la familia salió a ver de quien se trataba y entró precipitadamente donde se encontraba el trío de brindadores y dijo:
“--- ¡Aguas, señor LIBORIO!!! Ahí viene su domadora (esposa), y al parecer está enojada.
LIBORIO, se quedó de una pieza, tenía un semblante entre bobo, macho o espantado, y de manera estúpida le sonrió a “Chely”, su esposa, quien posiblemente esperaba alguna excusa o argumento de LIBORIO, pero éste no pudo decir nada, Don Teo se veía preocupado, pero hizo lo adecuado: presentar al amigo;
Doña Chely, quien por educación, aunque molesta respondió a la presentación; “Chucho”, en ese momento tocó discretamente el brazo de LIBORIO, y dijo:
“--- ¡Señora, mucho gusto en conocerla!...

“--- ¡Quiero felicitarla!

¡--- ¡Es Usted afortunada! Tiene un marido que canta muy bonito.

Ya me la imagino a usted en casa, de seguro le dice al señor LIBORIO:


¡--- ¡VIEJO, NO ME DES GASTO, NO’MÁS CON QUE ME CANTES ES SUFICIENTE…!!!

LIBORIO, --- con una cara que ya se la imaginarán---, quiso entonar esa canción que dice: “--- Conocí a una linda morenita y la quise muuu…”. “Chely”, dándole tremendo jalón lo saco de ahí y se lo llevó --- no creemos que al patíbulo ---, porque después lo vimos vivito y coleando.

Autor: Rafael Calderón Negrete. (Puebla, México)
Seudónimo: Jurcan Uriarte Pontleca.
04/05/2015 Derechos de Autor Reservados.©
 
Última edición:

RADIO EN VIVO

Donar

Versos Compartidos en Facebook

Arriba