Francisco Escobar Bravo
Miembro Conocido
¡Qué pena, mi amor, qué pena
que hayas llegado tan tarde!
Cuando ya todo se acaba,
cuando yo no soy ya nadie...
Pues viejo y desangelado
me pillas, hecho un desastre,
cuando valgo de muy poco.
ni siquiera para amarte.
¿Por qué te tardaste tanto?
¿Por qué, di, te demoraste?
Fue un capricho del Destino
que tú no nacieras antes.
Y llegas cuando no puedo
más que amarte como un padre
por mucho que lo pretenda,
por mucho que quiera amarte.
¡Recuerdos, sólo recuerdos
de tantos viejos desmanes..!
La juventud se me ha ido,
¡ya sólo podrás cuidarme!
que hayas llegado tan tarde!
Cuando ya todo se acaba,
cuando yo no soy ya nadie...
Pues viejo y desangelado
me pillas, hecho un desastre,
cuando valgo de muy poco.
ni siquiera para amarte.
¿Por qué te tardaste tanto?
¿Por qué, di, te demoraste?
Fue un capricho del Destino
que tú no nacieras antes.
Y llegas cuando no puedo
más que amarte como un padre
por mucho que lo pretenda,
por mucho que quiera amarte.
¡Recuerdos, sólo recuerdos
de tantos viejos desmanes..!
La juventud se me ha ido,
¡ya sólo podrás cuidarme!