Jurcan Uriarte Pontleca
Miembro Conocido
¡SEÑORA!… NUNCA HABÍA PEDIDO NADA.
“--- ¡Señora! Cuando pasa acompañada
de adusto caballero,
siento, que más la quiero
y no lo puedo evitar.
Es que, esa fuerza de amarla,
me inclina hacia el deseo
de prenderme de sus labios
y me debo conformar.
“--- ¡Señora! Usted, ya lo ha notado.
Aunque cruza indiferente,
fiel a quien va de su lado,
tiene que disimular.
Pero, el fuego en mis adentros
de esa hoguera, me consume;
porque, es mi amor tan ardiente,
que a punto estoy de ¡Gritar…!!!
“--- ¡Que la amo! ¡Que mejor hubiera sido,
nunca haberla conocido!
Y ese amor, es el motivo
por el que debo callar.
“--- ¡Señora! Nunca había pedido nada:
“--- Déme, sólo una mirada,
una sonrisa discreta
y…, le voy a suplicar…:
“… Por favor…, lea mi poema,
notará..., que en mis letras,
es usted, la de mis versos
y…, no me vaya a olvidar.
“--- ¡Señora! Cuando pasa acompañada
de adusto caballero,
siento, que más la quiero
y no lo puedo evitar.
Es que, esa fuerza de amarla,
me inclina hacia el deseo
de prenderme de sus labios
y me debo conformar.
“--- ¡Señora! Usted, ya lo ha notado.
Aunque cruza indiferente,
fiel a quien va de su lado,
tiene que disimular.
Pero, el fuego en mis adentros
de esa hoguera, me consume;
porque, es mi amor tan ardiente,
que a punto estoy de ¡Gritar…!!!
“--- ¡Que la amo! ¡Que mejor hubiera sido,
nunca haberla conocido!
Y ese amor, es el motivo
por el que debo callar.
“--- ¡Señora! Nunca había pedido nada:
“--- Déme, sólo una mirada,
una sonrisa discreta
y…, le voy a suplicar…:
“… Por favor…, lea mi poema,
notará..., que en mis letras,
es usted, la de mis versos
y…, no me vaya a olvidar.