Jurcan Uriarte Pontleca
Miembro Conocido
¿ PAYASO o BUFÓN ?
--- ¿No es ése un payaso?
--- ¡No! Es un bufón; quien sólo ha logrado, por medio de gestos y el rostro pintado, llamar la atención.
--- ¡Perdón! ¡No es para elogiarlo y vas a disculparte! ¿Acaso te ha dado causa o motivo para criticarlo? Porque para ello te falta razón. Tan sólo al mirarlo tiene un algo o aquello que pone a pensar. Y es que desconoces lo que hay en su adentro y si se maquilla siempre hay un por qué y alguna razón. Para que comprendas esto que te digo si hay alguna duda la disiparé.
--- ¡Ése, que mencionas, hasta despectivo “payaso” o “bufón”! Es aquél, que lejos de buscar aquello, que le llaman alma; quizás es su anhelo encontrar la calma e intenta evadir todo lo pasado y tal vez lo presente, cubriendo su rostro, tras chusca careta, ¿o bien podrá tratarse de algún asceta? ¿Y, sabes por qué?
--- Porque: --- Conocí a un payaso; dices tú, bufón; gané su confianza y me ha narrado, lo que le ha dejado la vida a su paso y, me ha conmovido con su confesión.
“--- ¡Esto me confió!:
“--- Fui un afortunado; conocí el amor, viví la riqueza con todo esplendor. Con ella a mi lado no importaba nada. Uno para otro, en todo momento, fuera tarde, noche o de madrugada; hasta que una noche, ya predestinado, ella enfermó y, con esa fuerza sobrenatural, no se acobardó sufriendo su mal; se sobreponía, hasta que un día, tanto padecer, sucedió aquello, lo que no deseamos y tiene que ser, acudió al llamado del Grande Creador y entregó su alma al amanecer y, con ella todo lo que tengo de ese gran amor y, todo mi querer…”.
--- Aquél, que has llamado, esta vez bufón, lleva honda pena en el corazón y para ocultarla, le da por pintarse, dando chuscos rasgos de algarabía; su risa es pintada, disfraza amargura, ya que su careta semeja alegría.
--- Quizás, de ese modo esconde el pasado y, así ha disfrazado todo lo llorado, pero en sus adentros lleva escondido, todo aquel dolor y lo que ha sufrido. Tal vez el presente y con resignación, espera el llamado de quien siempre ha amado y lleva por siempre en el corazón.
--- En cada actuación desahoga su pena y, en cómica farsa, remata un recuerdo con tal devoción, pese a criticada gesticulación.
--- ¿Quién, no ha preguntado, si ese rostro esconde, tras líneas sutiles, a más de pintura, fracaso anidado o alguna amargura o todo un sufrir y, una que otra pena suele encubrir?
--- De ese payaso, que dices bufón, nadie ha intentado, descubrir el llanto regado a su paso.
--- Un ser diferente, es aquel payaso, bufón para otros.
--- Se mira al espejo, no para maquillarse, sino reprocharse ¿Qué ha sido de él? Ver su rostro enjuto que el tiempo ha marcado por toda tristeza; además del luto que lleva en el alma y de pies a cabeza. Pero él anhela, sacra solución:
“--- Cuanto he deseado, que llegue el momento; que por fin acabe todo sufrimiento. No soy el payaso, tampoco el bufón, sino un ser humano que siente, que ama, vive una ilusión y anhela que pronto se acerque la parca y que de la mano me lleve a esa suerte que mi pena enmarca. Deseo también, que en pronto momento acabe el sufrir y, mi corazón, aún enamorado deje de latir.
“--- ¡Quiero, ya, encontrarme, muy pronto con ella! ¡Y, juntos, muy juntos los dos!
“--- Quiero refugiarme en el universo, poder habitar en lejana estrella, para estar con ella, lejos de este mundo, pero no de Dios”.
Autor: Rafael Calderón Negrete. (Puebla, México)
Seudónimo: Jurcan Uriarte Pontleca.
21/07/2015 Derechos de Autor Reservados.©
--- ¿No es ése un payaso?
--- ¡No! Es un bufón; quien sólo ha logrado, por medio de gestos y el rostro pintado, llamar la atención.
--- ¡Perdón! ¡No es para elogiarlo y vas a disculparte! ¿Acaso te ha dado causa o motivo para criticarlo? Porque para ello te falta razón. Tan sólo al mirarlo tiene un algo o aquello que pone a pensar. Y es que desconoces lo que hay en su adentro y si se maquilla siempre hay un por qué y alguna razón. Para que comprendas esto que te digo si hay alguna duda la disiparé.
--- ¡Ése, que mencionas, hasta despectivo “payaso” o “bufón”! Es aquél, que lejos de buscar aquello, que le llaman alma; quizás es su anhelo encontrar la calma e intenta evadir todo lo pasado y tal vez lo presente, cubriendo su rostro, tras chusca careta, ¿o bien podrá tratarse de algún asceta? ¿Y, sabes por qué?
--- Porque: --- Conocí a un payaso; dices tú, bufón; gané su confianza y me ha narrado, lo que le ha dejado la vida a su paso y, me ha conmovido con su confesión.
“--- ¡Esto me confió!:
“--- Fui un afortunado; conocí el amor, viví la riqueza con todo esplendor. Con ella a mi lado no importaba nada. Uno para otro, en todo momento, fuera tarde, noche o de madrugada; hasta que una noche, ya predestinado, ella enfermó y, con esa fuerza sobrenatural, no se acobardó sufriendo su mal; se sobreponía, hasta que un día, tanto padecer, sucedió aquello, lo que no deseamos y tiene que ser, acudió al llamado del Grande Creador y entregó su alma al amanecer y, con ella todo lo que tengo de ese gran amor y, todo mi querer…”.
--- Aquél, que has llamado, esta vez bufón, lleva honda pena en el corazón y para ocultarla, le da por pintarse, dando chuscos rasgos de algarabía; su risa es pintada, disfraza amargura, ya que su careta semeja alegría.
--- Quizás, de ese modo esconde el pasado y, así ha disfrazado todo lo llorado, pero en sus adentros lleva escondido, todo aquel dolor y lo que ha sufrido. Tal vez el presente y con resignación, espera el llamado de quien siempre ha amado y lleva por siempre en el corazón.
--- En cada actuación desahoga su pena y, en cómica farsa, remata un recuerdo con tal devoción, pese a criticada gesticulación.
--- ¿Quién, no ha preguntado, si ese rostro esconde, tras líneas sutiles, a más de pintura, fracaso anidado o alguna amargura o todo un sufrir y, una que otra pena suele encubrir?
--- De ese payaso, que dices bufón, nadie ha intentado, descubrir el llanto regado a su paso.
--- Un ser diferente, es aquel payaso, bufón para otros.
--- Se mira al espejo, no para maquillarse, sino reprocharse ¿Qué ha sido de él? Ver su rostro enjuto que el tiempo ha marcado por toda tristeza; además del luto que lleva en el alma y de pies a cabeza. Pero él anhela, sacra solución:
“--- Cuanto he deseado, que llegue el momento; que por fin acabe todo sufrimiento. No soy el payaso, tampoco el bufón, sino un ser humano que siente, que ama, vive una ilusión y anhela que pronto se acerque la parca y que de la mano me lleve a esa suerte que mi pena enmarca. Deseo también, que en pronto momento acabe el sufrir y, mi corazón, aún enamorado deje de latir.
“--- ¡Quiero, ya, encontrarme, muy pronto con ella! ¡Y, juntos, muy juntos los dos!
“--- Quiero refugiarme en el universo, poder habitar en lejana estrella, para estar con ella, lejos de este mundo, pero no de Dios”.
Autor: Rafael Calderón Negrete. (Puebla, México)
Seudónimo: Jurcan Uriarte Pontleca.
21/07/2015 Derechos de Autor Reservados.©
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