Encarna Romero
Miembro Conocido
ÉL SIGUE CAMINANDO POR ENTRE LA DENSA NIEBLA
Él sigue caminando por entre la densa niebla.
Mientras se aleja, se dispara mi corazón
angustiado, oprimiendo el pecho.
Ah... ¡Cómo me gustaría correr tras él,
hacerlo parar de improviso!
Pero en mi seca garganta
hay un grito callado...
Las muertas hojas otoñales
caen... despacio,
movidas por un viento desganado.
Su largo abrigo negro se va tornando
gris... a medida que se aleja
y se funde con la bruma del parque.
Finalmente, muy despacio...
la neblina se lo traga de una vez.
Ya no más, su profunda
y tímida mirada.
Nunca más esa larga sonrisa serena.
y yo vuelvo a aquel piso
frío, húmedo, vacío,
de paredes descararilladas
y angostas ventanas verdes.
Allí me quedaré escribiendo
en medio de mis libros antiguos;
viendo como se cuela el polvo,
en finos rayos brillantes,
por la transparente vidriera.
Encarna romero (España - 04/2013)
derechos reservados de autor
imagen: masacritica
Él sigue caminando por entre la densa niebla.
Mientras se aleja, se dispara mi corazón
angustiado, oprimiendo el pecho.
Ah... ¡Cómo me gustaría correr tras él,
hacerlo parar de improviso!
Pero en mi seca garganta
hay un grito callado...
Las muertas hojas otoñales
caen... despacio,
movidas por un viento desganado.
Su largo abrigo negro se va tornando
gris... a medida que se aleja
y se funde con la bruma del parque.
Finalmente, muy despacio...
la neblina se lo traga de una vez.
Ya no más, su profunda
y tímida mirada.
Nunca más esa larga sonrisa serena.
y yo vuelvo a aquel piso
frío, húmedo, vacío,
de paredes descararilladas
y angostas ventanas verdes.
Allí me quedaré escribiendo
en medio de mis libros antiguos;
viendo como se cuela el polvo,
en finos rayos brillantes,
por la transparente vidriera.
Encarna romero (España - 04/2013)
derechos reservados de autor
imagen: masacritica
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