Jurcan Uriarte Pontleca
Miembro Conocido
“LOS TRES MOSQUITEROS” ¿no quieres también a D’Artagnan?)
Tobías, andaba muy nervioso. Tenía varios meses que intentaba acercarse a su esposa, Herlinda, quien lo había castigado en las cuestiones del amor. Él la consideraba injusta y mala; cómo era posible que después de haber procreado a tres hijos, ahora ya no le permitía acercársele y menos acariciarla para hacer el “chaca chaca”.
El lecho matrimonial se había enfriado y deshecho desde meses anteriores, él, decía que se disgustó “casi por nada”. Efectivamente por “nada”: “Nada” de trabajar; “nada” de gasto; “nada” de ropa y calzado para la familia; “nada” de responsabilidad y nada de cumplir sus obligaciones como padre de familia, en fin, “nada de nada”, o sea que Tobías, era un “bueno para nada”.
Todos los gastos corrían por cuenta de Herlinda, gracias a que lavaba y planchaba ajeno, hacía trabajos de costura y se las ingeniaba con las “tandas”, para obtener sus “centavitos”, ---- como ella decía ---, los chamacos se iban al súper como “cerillitos”, y el más pequeño la hacía de mandadero. Herlinda, tenía razón de estar molesta, pues la vivienda era fría por la mañana y un horno por la tarde y noche, además, la humedad hacía su parte en la vivienda porque abundaban los bichos y no se diga de los “moscos”, que ya habían encontrado un manjar en esa familia, sobre todo en Herlinda, que se conservaba apetitosa.
En más de una ocasión, Herlinda, le dijo a Tobías, que comprara o hiciera “tres mosquiteros”, para eso de los “moscos”, (uno para la entrada principal, otro para su recámara y otro para la de los niños, cosa que Tobías, ignoró por completo.
Desde tiempo atrás, Tobías, había perdido ciertos derechos y dormía en los sillones o en un rincón de la sala que había acondicionado. Herlinda, por la noche dormía sola en su recámara, con la puerta abierta y debido al calor, con ropa ligera, casi desnuda, lo cual Tobías, no pasaba alto y desde lejos la observaba, lo cual aumentaba su pasión y el deseo de hacerle el amor. Varias veces trató de hacerla suya, pero tuvo que irse a su rincón con sus propios méritos por no lograrlo y con las ganas de… --- no tiene caso explicarlo…---.
Por fin, una de tantas noches, Tobías, cansado de rogarle y desesperado por no conseguir los favores de su mujer y como los moscos tampoco lo dejaban dormir, se levantó, miró a su esposa, quien lucía su belleza en todo su esplendor, pues la puerta estaba abierta debido al calor, ella semidesnuda y completamente dormida debido a la brega diaria saboreaba su quinto sueño, --- ella, sin imaginárselo----, Tobías, decidió hacerla suya a como diera lugar, además era su esposa y tenía la obligación de brindarle amor en todos los aspectos.
La figura de Tobías, se dibujaba fantasmagórica, debido a la ligera luz que provenía de la veladora de un culto religioso; Tobías, con un gesto malévolo se acercó a Herlinda, ella semidormida creyó que la caricia de Tobías, era un mosco que se había posado para sorberle la sangre de su muslo y por instinto tiró el manotazo, al momento reaccionó y se dio cuenta que Tobías, estaba sobre ella, jadeante y con una mirada lujuriosa, trató de incorporarse, pero la fuerza de Tobías, se lo impidió. No gritó, simplemente se impuso y en el forcejeó le dijo, ¡Sal de aquí!!! ¡“--- No vengas aquí a chin849hw8736064!!!!..., ¡“--- eres un bueno para nada y todavía quieres que te tenga consideración…, ¡No!.., “--- Ese tiempo ya pasó…,”--- No cumples y quieres que te premie,”---¡Pos no!!!. “---Él vociferó: “--- Linda, no seas malita, nomás tantito y ya!!! ¡Pídeme lo que quieras y verás que te cumplo!!!
“---Ella le dijo: “ Si deveras quieres que yo…., pos traime los “tres mosquiteros y…”
“--- No terminó la frase cuando Tobías, le arremetió tremendo puñetazo y siguió golpeándola, al momento que le dijo, !---Sííí, no quieres también a “D’Artagnan”, hija de la ch/&%(%$·$·/&(¿)YTG%$&V…, toma por ¡pu43736r4h73!!!!!....
Tobías, está en prisión por: “lesiones, tentativa de violación y quien sabe qué tantas cosas más.
Herlinda, se está reponiendo en el hospital, ahí no tiene la molestia de los moscos ni el acoso de Tobías. Ya nos informaremos en que termina esta historia…
Tobías, andaba muy nervioso. Tenía varios meses que intentaba acercarse a su esposa, Herlinda, quien lo había castigado en las cuestiones del amor. Él la consideraba injusta y mala; cómo era posible que después de haber procreado a tres hijos, ahora ya no le permitía acercársele y menos acariciarla para hacer el “chaca chaca”.
El lecho matrimonial se había enfriado y deshecho desde meses anteriores, él, decía que se disgustó “casi por nada”. Efectivamente por “nada”: “Nada” de trabajar; “nada” de gasto; “nada” de ropa y calzado para la familia; “nada” de responsabilidad y nada de cumplir sus obligaciones como padre de familia, en fin, “nada de nada”, o sea que Tobías, era un “bueno para nada”.
Todos los gastos corrían por cuenta de Herlinda, gracias a que lavaba y planchaba ajeno, hacía trabajos de costura y se las ingeniaba con las “tandas”, para obtener sus “centavitos”, ---- como ella decía ---, los chamacos se iban al súper como “cerillitos”, y el más pequeño la hacía de mandadero. Herlinda, tenía razón de estar molesta, pues la vivienda era fría por la mañana y un horno por la tarde y noche, además, la humedad hacía su parte en la vivienda porque abundaban los bichos y no se diga de los “moscos”, que ya habían encontrado un manjar en esa familia, sobre todo en Herlinda, que se conservaba apetitosa.
En más de una ocasión, Herlinda, le dijo a Tobías, que comprara o hiciera “tres mosquiteros”, para eso de los “moscos”, (uno para la entrada principal, otro para su recámara y otro para la de los niños, cosa que Tobías, ignoró por completo.
Desde tiempo atrás, Tobías, había perdido ciertos derechos y dormía en los sillones o en un rincón de la sala que había acondicionado. Herlinda, por la noche dormía sola en su recámara, con la puerta abierta y debido al calor, con ropa ligera, casi desnuda, lo cual Tobías, no pasaba alto y desde lejos la observaba, lo cual aumentaba su pasión y el deseo de hacerle el amor. Varias veces trató de hacerla suya, pero tuvo que irse a su rincón con sus propios méritos por no lograrlo y con las ganas de… --- no tiene caso explicarlo…---.
Por fin, una de tantas noches, Tobías, cansado de rogarle y desesperado por no conseguir los favores de su mujer y como los moscos tampoco lo dejaban dormir, se levantó, miró a su esposa, quien lucía su belleza en todo su esplendor, pues la puerta estaba abierta debido al calor, ella semidesnuda y completamente dormida debido a la brega diaria saboreaba su quinto sueño, --- ella, sin imaginárselo----, Tobías, decidió hacerla suya a como diera lugar, además era su esposa y tenía la obligación de brindarle amor en todos los aspectos.
La figura de Tobías, se dibujaba fantasmagórica, debido a la ligera luz que provenía de la veladora de un culto religioso; Tobías, con un gesto malévolo se acercó a Herlinda, ella semidormida creyó que la caricia de Tobías, era un mosco que se había posado para sorberle la sangre de su muslo y por instinto tiró el manotazo, al momento reaccionó y se dio cuenta que Tobías, estaba sobre ella, jadeante y con una mirada lujuriosa, trató de incorporarse, pero la fuerza de Tobías, se lo impidió. No gritó, simplemente se impuso y en el forcejeó le dijo, ¡Sal de aquí!!! ¡“--- No vengas aquí a chin849hw8736064!!!!..., ¡“--- eres un bueno para nada y todavía quieres que te tenga consideración…, ¡No!.., “--- Ese tiempo ya pasó…,”--- No cumples y quieres que te premie,”---¡Pos no!!!. “---Él vociferó: “--- Linda, no seas malita, nomás tantito y ya!!! ¡Pídeme lo que quieras y verás que te cumplo!!!
“---Ella le dijo: “ Si deveras quieres que yo…., pos traime los “tres mosquiteros y…”
“--- No terminó la frase cuando Tobías, le arremetió tremendo puñetazo y siguió golpeándola, al momento que le dijo, !---Sííí, no quieres también a “D’Artagnan”, hija de la ch/&%(%$·$·/&(¿)YTG%$&V…, toma por ¡pu43736r4h73!!!!!....
Tobías, está en prisión por: “lesiones, tentativa de violación y quien sabe qué tantas cosas más.
Herlinda, se está reponiendo en el hospital, ahí no tiene la molestia de los moscos ni el acoso de Tobías. Ya nos informaremos en que termina esta historia…
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