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A la luz de la luna

A LA LUZ DE LA LUNA


Luz de luna refulgente, indolente ante tu ausencia; configura tu contorno, grandioso y ameno el instante, cuando la luz te matiza, logrando tenue contraste. Sombra y luz que perfila, tu figura caprichosa. Espectro, no de una diosa; más bien de un no sé qué.


Saliente y borroso risco, del cual sinuosa silueta, proyecta la sombra incierta; juego da a imaginación. Luz de plata refulgente, que a la par de un claroscuro, logra dibujar tu imagen, aunado al mudo sonido, lejano e imperceptible silencio, vislumbra su claridad.


Sumida en la soledad, logra figurar, tu efigie imaginaria, bañada de luz, por esta vez platinada, por la luna convidada, con mucha más claridad; después a la realidad; volverá a la oscuridad y se perderá en la nada.


Pese a que estás ausente, se siente tu cercanía y motiva más amarte; porque lejos de mirarte, mi mente te retendría; efectos de mi oquedad.


Poco a poco las estrellas, se ocultan del firmamento. Es el celestial momento, que la luna opacada por un tumulto de nubes, ya no refleja tu imagen. Sólo lejanos murmullos, se han dejado escuchar. Todo es confuso y oscuro; no se mira el firmamento, mas, me invade el sentimiento, que la luz, no va a llegar; pero un acto milagroso, en aquel manto brumoso, se mira ya salpicado, por incontables cocuyos y a la vez diseminados, que a la par de grato aroma, de la flora y su perfume; mientras la holgazana aurora, aún no puede despertar; y es deber esperar, hasta que esa coqueta luna, vuelva de nuevo alumbrar.


Grata obsesión de mirarte, en la sombra o la penumbra, llega a la imaginación. Si es que la luna no alumbra, lo hará la luz de amor. Para un bardo enamorado, se convertirá en terquedad, si una pasión lo ha cegado; una vez ya inspirado, pondrá luz a esa penumbra; escribiendo un poema; si la luna no ésta, no alumbra o se niega aparecer, cambiará todo el contexto y en el ritmo de sus versos, una vez iluminado y por ende inspirado, a esa caprichosa luna, la cambiará por el sol.


Autor: Rafael Calderón Negrete. (Puebla, México)
Seudónimo: Jurcan Uriarte Pontleca.
12/11/2015 Derechos de Autor Reservados.©

 
A LA LUZ DE LA LUNA


Luz de luna refulgente, indolente ante tu ausencia; configura tu contorno, grandioso y ameno el instante, cuando la luz te matiza, logrando tenue contraste. Sombra y luz que perfila, tu figura caprichosa. Espectro, no de una diosa; más bien de un no sé qué.


Saliente y borroso risco, del cual sinuosa silueta, proyecta la sombra incierta; juego da a imaginación. Luz de plata refulgente, que a la par de un claroscuro, logra dibujar tu imagen, aunado al mudo sonido, lejano e imperceptible silencio, vislumbra su claridad.


Sumida en la soledad, logra figurar, tu efigie imaginaria, bañada de luz, por esta vez platinada, por la luna convidada, con mucha más claridad; después a la realidad; volverá a la oscuridad y se perderá en la nada.


Pese a que estás ausente, se siente tu cercanía y motiva más amarte; porque lejos de mirarte, mi mente te retendría; efectos de mi oquedad.


Poco a poco las estrellas, se ocultan del firmamento. Es el celestial momento, que la luna opacada por un tumulto de nubes, ya no refleja tu imagen. Sólo lejanos murmullos, se han dejado escuchar. Todo es confuso y oscuro; no se mira el firmamento, mas, me invade el sentimiento, que la luz, no va a llegar; pero un acto milagroso, en aquel manto brumoso, se mira ya salpicado, por incontables cocuyos y a la vez diseminados, que a la par de grato aroma, de la flora y su perfume; mientras la holgazana aurora, aún no puede despertar; y es deber esperar, hasta que esa coqueta luna, vuelva de nuevo alumbrar.


Grata obsesión de mirarte, en la sombra o la penumbra, llega a la imaginación. Si es que la luna no alumbra, lo hará la luz de amor. Para un bardo enamorado, se convertirá en terquedad, si una pasión lo ha cegado; una vez ya inspirado, pondrá luz a esa penumbra; escribiendo un poema; si la luna no ésta, no alumbra o se niega aparecer, cambiará todo el contexto y en el ritmo de sus versos, una vez iluminado y por ende inspirado, a esa caprichosa luna, la cambiará por el sol.


Autor: Rafael Calderón Negrete. (Puebla, México)
Seudónimo: Jurcan Uriarte Pontleca.
12/11/2015 Derechos de Autor Reservados.©

Excelente prosa
muy bien llevada,
un fuerte abrazo.
 

SANDRA BLANCO

Administradora - JURADO
A LA LUZ DE LA LUNA


Luz de luna refulgente, indolente ante tu ausencia; configura tu contorno, grandioso y ameno el instante, cuando la luz te matiza, logrando tenue contraste. Sombra y luz que perfila, tu figura caprichosa. Espectro, no de una diosa; más bien de un no sé qué.


Saliente y borroso risco, del cual sinuosa silueta, proyecta la sombra incierta; juego da a imaginación. Luz de plata refulgente, que a la par de un claroscuro, logra dibujar tu imagen, aunado al mudo sonido, lejano e imperceptible silencio, vislumbra su claridad.


Sumida en la soledad, logra figurar, tu efigie imaginaria, bañada de luz, por esta vez platinada, por la luna convidada, con mucha más claridad; después a la realidad; volverá a la oscuridad y se perderá en la nada.


Pese a que estás ausente, se siente tu cercanía y motiva más amarte; porque lejos de mirarte, mi mente te retendría; efectos de mi oquedad.


Poco a poco las estrellas, se ocultan del firmamento. Es el celestial momento, que la luna opacada por un tumulto de nubes, ya no refleja tu imagen. Sólo lejanos murmullos, se han dejado escuchar. Todo es confuso y oscuro; no se mira el firmamento, mas, me invade el sentimiento, que la luz, no va a llegar; pero un acto milagroso, en aquel manto brumoso, se mira ya salpicado, por incontables cocuyos y a la vez diseminados, que a la par de grato aroma, de la flora y su perfume; mientras la holgazana aurora, aún no puede despertar; y es deber esperar, hasta que esa coqueta luna, vuelva de nuevo alumbrar.


Grata obsesión de mirarte, en la sombra o la penumbra, llega a la imaginación. Si es que la luna no alumbra, lo hará la luz de amor. Para un bardo enamorado, se convertirá en terquedad, si una pasión lo ha cegado; una vez ya inspirado, pondrá luz a esa penumbra; escribiendo un poema; si la luna no ésta, no alumbra o se niega aparecer, cambiará todo el contexto y en el ritmo de sus versos, una vez iluminado y por ende inspirado, a esa caprichosa luna, la cambiará por el sol.


Autor: Rafael Calderón Negrete. (Puebla, México)
Seudónimo: Jurcan Uriarte Pontleca.
12/11/2015 Derechos de Autor Reservados.©

Así es Jurcan la luna los inspira pero cuando ella no esta el poeta igual inspira su pluma su amor y lo eleva a los rayos del sol,bellas letras,un gusto leerte,gracias por compartir,un beso grande.
 

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