Chelo Álvarez
Miembro Conocido
Quisiera ser el rayo que no cesa,
el que sale temprano cada día
para darte calor, dulce princesa.
Entibiaré las huertas y en la umbría,
bajo un olmo ya viejo, muy frondoso,
lloraré tristemente mi agonía.
He de arañar la tierra sin reposo,
hasta encontrar la fosa que te aloja.
No importa que haya sol o esté lluvioso,
volarás como el pájaro a la troja,
calmarás dulcemente mi amargura.
¡Déjame que en tu vuelo te recoja!
En esta noche triste, con premura
ornarás cual la flor a sus jardines,
mas quisiera que llegues, alma pura,
como un rayo de sol a los confines.
Chelo Álvarez.
16/11/2014