Francisco Escobar Bravo
Miembro Conocido
Admiro la premura de la gente
pasando alrededor de mi garita.
Alguna me contempla indiferente,
mas muchos tarde llegan a una cita
y corren resoplando y maldiciendo
de todos los calores del verano.
Se quejan con razón, que está cayendo
del cielo fuego ardiente e inhumano.
No salen las hormigas tan siquiera.
Prefieren pasar hambre al alimento
buscar por las baldosas de la acera.
Volcán en erupción es el cemento.
Y el pobre vendedor vierte sudores
por más que el aire a tope tenga en marcha.
En sueños ve un jardín lleno de flores,
de fuentes luminosas y hasta escarcha.
Se pierde su cabeza en el ensueño
y pierde la razón en su delirio.
En ese sofocón se piensa el dueño
de un mundo sideral. ¡Vaya un martirio!
Parece un San Lorenzo en la parrilla;
tostado por un lado en la mañana,
del otro por la tarde. ¡Y cómo brilla
el fuego golpeando su ventana!
Suspira porque el Sol pronto esté bajo,
que venza ya Selene en esta lucha.
Que acabe la jornada y el trabajo
y pueda refrescarse con la ducha.
pasando alrededor de mi garita.
Alguna me contempla indiferente,
mas muchos tarde llegan a una cita
y corren resoplando y maldiciendo
de todos los calores del verano.
Se quejan con razón, que está cayendo
del cielo fuego ardiente e inhumano.
No salen las hormigas tan siquiera.
Prefieren pasar hambre al alimento
buscar por las baldosas de la acera.
Volcán en erupción es el cemento.
Y el pobre vendedor vierte sudores
por más que el aire a tope tenga en marcha.
En sueños ve un jardín lleno de flores,
de fuentes luminosas y hasta escarcha.
Se pierde su cabeza en el ensueño
y pierde la razón en su delirio.
En ese sofocón se piensa el dueño
de un mundo sideral. ¡Vaya un martirio!
Parece un San Lorenzo en la parrilla;
tostado por un lado en la mañana,
del otro por la tarde. ¡Y cómo brilla
el fuego golpeando su ventana!
Suspira porque el Sol pronto esté bajo,
que venza ya Selene en esta lucha.
Que acabe la jornada y el trabajo
y pueda refrescarse con la ducha.