Chelo Álvarez
Miembro Conocido
Al sonar la campana
Al sonar la campana al mediodía,
inclinado, con gran recogimiento,
te consagro trabajo y sufrimiento
y me postro ante ti con alegría.
Aun estando cansado, qué daría
por poder regalarte mi contento;
la esperanza te ofrezco sin lamento,
anhelando tu dulce compañía.
Oraría aunque fuera no creyente,
aunque el sol del calor se disolviera,
aunque el mundo sin más se detuviera,
o las aguas remonten la vertiente
exaltando tu luz fosforescente.
¡Por tenerte, María, cuánto diera!
Chelo Álvarez
Al sonar la campana al mediodía,
inclinado, con gran recogimiento,
te consagro trabajo y sufrimiento
y me postro ante ti con alegría.
Aun estando cansado, qué daría
por poder regalarte mi contento;
la esperanza te ofrezco sin lamento,
anhelando tu dulce compañía.
Oraría aunque fuera no creyente,
aunque el sol del calor se disolviera,
aunque el mundo sin más se detuviera,
o las aguas remonten la vertiente
exaltando tu luz fosforescente.
¡Por tenerte, María, cuánto diera!
Chelo Álvarez