Karinucha40
Miembro Conocido
Amanece, y los rayos del sol,
ansiosos de acariciarla,
entran presurosos por su ventana.
Amanece, y su cuerpo se rebela ante el reloj,
contorneándose entre las sábanas.
Ella despierta con una sonrisa interminable,
de suspiros despojada.
Ella despierta, y comprende, que su boca se ha deleitado,
con delicias desbocadas.
Amanece y sonríe al sentir su cintura,
entre sus brazos ceñida.
Amanece... ¡a quien le importa!
Si la miel se hizo luna,
para hipnotizarlos en su pasión.
Amanece, ...y no importa,
aún hay tiempo para el deleite,
aún hay tiempo para el calor,
en su mas bella combinación:
con la ternura del AMOR.
ansiosos de acariciarla,
entran presurosos por su ventana.
Amanece, y su cuerpo se rebela ante el reloj,
contorneándose entre las sábanas.
Ella despierta con una sonrisa interminable,
de suspiros despojada.
Ella despierta, y comprende, que su boca se ha deleitado,
con delicias desbocadas.
Amanece y sonríe al sentir su cintura,
entre sus brazos ceñida.
Amanece... ¡a quien le importa!
Si la miel se hizo luna,
para hipnotizarlos en su pasión.
Amanece, ...y no importa,
aún hay tiempo para el deleite,
aún hay tiempo para el calor,
en su mas bella combinación:
con la ternura del AMOR.