Giovanni Libero
Miembro Conocido
Amor Verdadero
Por esa gente mal intencionada que hablan por hablar.
Esas, las que se llenan sus bocas con dimes y diretes.
Esas que causan daño y gozan con la tristeza de los demás.
Esas, que con su chismerío barato, contra mi amada acometieron.
Con gran audacia minaron nuestra relación. Sus sentimientos corrompieron.
Sembraron, en su mente y corazón, incredulidades. Sin escrúpulos lo hicieron.
Esas, a mi ser más preciado, bajar su autoestima lograron.
La relación se vio deteriorada. La incertidumbre y vacilaciones la invadieron.
Esas, con su maldad nuestra separación consiguieron.
Luché con todo lo que a mi alcance tenía, todo lo intenté.,
Nuestro amor quería salvar… No lo logré.
La perdí y mi corazón en mil pedazos se destrozó.
Fue tan grande el dolor, no lo pode contener y mis ojos el llanto broto.
Con desesperación e impotencia Lloré.
Muchas lágrimas derramé.
Me invade una sensación de vacío.
Me siento perdido, lleno de dudas, estoy mal, muy angustiado.
Me consumen la tristeza, el llanto y el dolor.
Me pregunto y no encuentro respuestas.
Pude haber hecho algo más. No lo sé…
…
Pero por esas cosas raras de la vida tiene, esas que no comprendemos.
Un gran estallido sentí dentro de mí y mi corazón se estremeció.
Todo mi ser fue invadido, sentí una sensación de alivio y seguridad.
Habían retornado, mis ilusiones y mis fuerzas.
Mi Señor había intervenido. ¡Sí!
Él es el que me guía y me sostiene cuando desfallezco.
Fue Mi Señor quién se encargó, cada una de mis lágrimas juntó.
Con ellas un vaso llenó.
Su voz silente, en mis oídos, como estruendo retumbó. ¡Lo escuche!.
Solo me preguntó,
“Si mi llanto fue por la mujer que amo o por mí”
…
Sé que creyó en mis palabras.
Sé, que Él ya sabía de mi sentir.
Pues mi señor yace en mi corazón y sufre conmigo el dolor.
´´´
Él, con su poder, a esas lágrimas, en un valioso tesoro, las convirtió.
Con cada lágrima diamantes creó.
Dos vasos se llenaron y me los entregó.
…
Su voz continuaba en mis oídos resonando,
y me ordenó comentarle a mi amada lo que me había sucedido y que los vasos le diera.
Ella tiene, en su corazón, el poder para reconvertir nuestra situación.
Si verdaderamente me creyó y con amor lo deseaba, nuestras diferencias desaparecerían.
…
Tal como me lo ordenó, los vasos llenos de diamantes se los entregué.
Ella con sus manos, debía con fuerza, sostenerlos,
y solo tenía que pensar en nuestro amor, y si realmente me correspondía,
el secreto delante de nuestros ojos se nos iba a develar.
Ella, así lo hizo.
Y una luz radiante, tan brillante como el sol, nos iluminó.
Los diamantes, ya no eran diamantes.
Los vasos ahora contenían las lágrimas que por amor
y con mucho dolor habíamos derramado.
Dios sobre nuestras cabezas hizo que el agua se esparciera.
Recibimos la bendición.
Un maravillo milagro sucedió.
Giovanni Libero
Argentina ©
Derechos ®
Por esa gente mal intencionada que hablan por hablar.
Esas, las que se llenan sus bocas con dimes y diretes.
Esas que causan daño y gozan con la tristeza de los demás.
Esas, que con su chismerío barato, contra mi amada acometieron.
Con gran audacia minaron nuestra relación. Sus sentimientos corrompieron.
Sembraron, en su mente y corazón, incredulidades. Sin escrúpulos lo hicieron.
Esas, a mi ser más preciado, bajar su autoestima lograron.
La relación se vio deteriorada. La incertidumbre y vacilaciones la invadieron.
Esas, con su maldad nuestra separación consiguieron.
Luché con todo lo que a mi alcance tenía, todo lo intenté.,
Nuestro amor quería salvar… No lo logré.
La perdí y mi corazón en mil pedazos se destrozó.
Fue tan grande el dolor, no lo pode contener y mis ojos el llanto broto.
Con desesperación e impotencia Lloré.
Muchas lágrimas derramé.
Me invade una sensación de vacío.
Me siento perdido, lleno de dudas, estoy mal, muy angustiado.
Me consumen la tristeza, el llanto y el dolor.
Me pregunto y no encuentro respuestas.
Pude haber hecho algo más. No lo sé…
…
Pero por esas cosas raras de la vida tiene, esas que no comprendemos.
Un gran estallido sentí dentro de mí y mi corazón se estremeció.
Todo mi ser fue invadido, sentí una sensación de alivio y seguridad.
Habían retornado, mis ilusiones y mis fuerzas.
Mi Señor había intervenido. ¡Sí!
Él es el que me guía y me sostiene cuando desfallezco.
Fue Mi Señor quién se encargó, cada una de mis lágrimas juntó.
Con ellas un vaso llenó.
Su voz silente, en mis oídos, como estruendo retumbó. ¡Lo escuche!.
Solo me preguntó,
“Si mi llanto fue por la mujer que amo o por mí”
…
Sé que creyó en mis palabras.
Sé, que Él ya sabía de mi sentir.
Pues mi señor yace en mi corazón y sufre conmigo el dolor.
´´´
Él, con su poder, a esas lágrimas, en un valioso tesoro, las convirtió.
Con cada lágrima diamantes creó.
Dos vasos se llenaron y me los entregó.
…
Su voz continuaba en mis oídos resonando,
y me ordenó comentarle a mi amada lo que me había sucedido y que los vasos le diera.
Ella tiene, en su corazón, el poder para reconvertir nuestra situación.
Si verdaderamente me creyó y con amor lo deseaba, nuestras diferencias desaparecerían.
…
Tal como me lo ordenó, los vasos llenos de diamantes se los entregué.
Ella con sus manos, debía con fuerza, sostenerlos,
y solo tenía que pensar en nuestro amor, y si realmente me correspondía,
el secreto delante de nuestros ojos se nos iba a develar.
Ella, así lo hizo.
Y una luz radiante, tan brillante como el sol, nos iluminó.
Los diamantes, ya no eran diamantes.
Los vasos ahora contenían las lágrimas que por amor
y con mucho dolor habíamos derramado.
Dios sobre nuestras cabezas hizo que el agua se esparciera.
Recibimos la bendición.
Un maravillo milagro sucedió.
Giovanni Libero
Argentina ©
Derechos ®