Víctor
Moderador de Poesía Jocosa
Ese día llegó a su casa
tras seis semanas de viaje,
y dijo a su esposa Blasa:
La calentura me abrasa,
te amaré como salvaje.
Ya entrados en el asunto,
el golpeteo de la cama
se oía en el cuarto adjunto
de su vecina Mariana.
Quien gritó por la ventana:
¡Déjense de sacudir
con desaforadas ganas,
pues todita la semana
no me han dejado dormir!.
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