Carmen Cano
Miembro Conocido
En noches de lunas despojadas
se entonan cantos de extintas lenguas
que resuenan y se mezclan
en un bosque de edificios poblado de sombras.
¡¡ Aquelarre !!, gritan y las condenan,
su delito, conectar su cuerpo con la tierra.
Hipocresía de quien se viste de valores
escondiendo la ignorancia en su corbata.
Aquelarre, porque piensan diferente,
no transigen con normas que atentan los valores
ni idioteces fundadas por los hombres
poblando de pájaros sus cabezas.
Injusticia enterrada en trajes de etiqueta,
falsedades que comulgan religiones
bajo nombres de dioses que lloran y se avergüenzan.
¡ Aquelarre ! y las señalan con el dedo,
acusando como hace tanto tiempo,
piras de palabras calcinando hasta los huesos
de esas brujas que reclaman dignidad para el que es digno,
entre palabras que suenan diferentes
de un idioma olvidado porque es justo.
En noches de lunas despojadas,
esas brujas que perdieron su caldero,
se encomiendan al conjuro de los vientos
y protestan gritando realidades.
! Aquelarre !, gritan los uniformes,
bajo el poder de un poder mal entendido,
convirtiendo al justo en miserable.
Y es así hoy, como en era inquisitoria,
se persigue a quien se sale del rebaño,
por eso sonríe si te miran diferente
y si gritan ¡ aquelarre ! tras tu paso.
se entonan cantos de extintas lenguas
que resuenan y se mezclan
en un bosque de edificios poblado de sombras.
¡¡ Aquelarre !!, gritan y las condenan,
su delito, conectar su cuerpo con la tierra.
Hipocresía de quien se viste de valores
escondiendo la ignorancia en su corbata.
Aquelarre, porque piensan diferente,
no transigen con normas que atentan los valores
ni idioteces fundadas por los hombres
poblando de pájaros sus cabezas.
Injusticia enterrada en trajes de etiqueta,
falsedades que comulgan religiones
bajo nombres de dioses que lloran y se avergüenzan.
¡ Aquelarre ! y las señalan con el dedo,
acusando como hace tanto tiempo,
piras de palabras calcinando hasta los huesos
de esas brujas que reclaman dignidad para el que es digno,
entre palabras que suenan diferentes
de un idioma olvidado porque es justo.
En noches de lunas despojadas,
esas brujas que perdieron su caldero,
se encomiendan al conjuro de los vientos
y protestan gritando realidades.
! Aquelarre !, gritan los uniformes,
bajo el poder de un poder mal entendido,
convirtiendo al justo en miserable.
Y es así hoy, como en era inquisitoria,
se persigue a quien se sale del rebaño,
por eso sonríe si te miran diferente
y si gritan ¡ aquelarre ! tras tu paso.
