Leonor
Miembro
Yo quise ser parte de ti, de mi, de todo...
Yo solía ser tan parte del aire como las aves,
tan parte del fuego como los besos y tan parte de nada como las fronteras.
Yo era parte de todo, del aire como el polvo,
del fuego como las uñas llenas de sangre y del agua
como un melón con vino en el verano.
Yo pretendía serlo todo, pero contigo no era nada,
como la rabia era de fuego, como un abrazo era de aire,
como un acertijo era de tu pelo, y contigo fui tanto que no me quedo nada.
Yo anhelaba ser un todo, ser parte del lleno y del relleno,
un exceso de paciencia, una grieta junto a la higuera.
Luego quise ser nada, una pizca de sal, la tierra que no se barre,
el ojo que no llora y lo fui todo,
porque te llamé para amarte, porque repté por tu piel,
porque te amé como amo las hojas de otoño
y terminé siendo solo viento, solo agua,
solo lo que parecía ser todo pero que en verdad era nada.
Yo solía ser tan parte del aire como las aves,
tan parte del fuego como los besos y tan parte de nada como las fronteras.
Yo era parte de todo, del aire como el polvo,
del fuego como las uñas llenas de sangre y del agua
como un melón con vino en el verano.
Yo pretendía serlo todo, pero contigo no era nada,
como la rabia era de fuego, como un abrazo era de aire,
como un acertijo era de tu pelo, y contigo fui tanto que no me quedo nada.
Yo anhelaba ser un todo, ser parte del lleno y del relleno,
un exceso de paciencia, una grieta junto a la higuera.
Luego quise ser nada, una pizca de sal, la tierra que no se barre,
el ojo que no llora y lo fui todo,
porque te llamé para amarte, porque repté por tu piel,
porque te amé como amo las hojas de otoño
y terminé siendo solo viento, solo agua,
solo lo que parecía ser todo pero que en verdad era nada.
