Víctor
Moderador de Poesía Jocosa
El marido de Elba Esther,
fue a comprar urgentemente,
un costoso negligé
de tela muy transparente.
Cuando a su casa llegó,
él le dijo a la mujer,
ponte pronto el negligé,
para mirártelo yo.
Elba Esther luego pensó,
como allegarse de lana
y el momento aprovechó
de una manera muy llana.
Dijo: como el negligé,
es transparente sin duda,
de plano no lo usaré
y yo me saldré desnuda.
Por lo tanto mi marido
tampoco se dará cuenta
y regresaré la prenda,
recogiendo el efectivo
que me devuelva la tienda.
Ella bajó la escalera,
desnudita al natural,
para que el viejo la viera
en una pose sensual.
Y el señor cuando la ve,
dijo fuerte: ¡Me estafaron!
pues pasa que al negligé,
con lo caro que pagué,
Ni siquiera lo plancharon
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