Blanca Hernandez
Miembro Conocido
Para el día del niño, la medalla de la Virgen María.
Querida nieta Mayra,
Aquí te dejo junto a esta carta, la medalla de la virgen María para que ella te proteja, no es necesario que la uses, sólo guárdala en el cajón de tu cómoda, o en tu caja de música, yo sé que tú crees en ella, aunque no lo digas en alta voz, lo que de seguro sabes, es que esta abuela te quiere mucho y te aconseja bien, como siempre
En realidad conozco tu forma de sentir, cuales son tus insomnios, tus lágrimas, tus risas, tus sueños. tus pesares. Te dejo la virgen para que te proteja, porque siendo de sagitario igual que tu madre, son muy nerviosas, muy cabeza dura, luchadora y fácil de meterse en líos, sé que las Geminianas como ésta abuela, son conciliadoras y prontas a buscar la paz, ella te servirá cuando yo no esté, hará que todos tus planetas, estén bien alineados.
Ella te dirá que la libertad del alma no viene sola, que no llega así nomas, que hay que luchar por ella, que no es una gracia, ni una dádiva, hay que ganarla para que ponga tu mente y tus alas en positivo, dejando volar tu alma, por los caminos de paz, reverdecidos de tréboles húmedos, de cuatro hojas, para tu suerte y para tu corazón, dulce y tierno.
Que no te envuelvan las sombras de las mentiras, que siempre te acompañe mi rayo de luz y recuerdos.
Guarda esta medalla, como el mejor recuerdo, que quieres que nunca se pierda, de ésta abuela media loca, los hermosos momentos que hemos vivido juntas, incluyendo a tu mamá, cuando decorábamos tortas de cumple o cuando soplábamos las velas, las tres pidiendo el mejor deseo, o cuando descubriste por primera vez que las dos teníamos los ojos verdes, cuando festejamos los números 10 en tu carnet de notas, que tanto alegraba a toda la familia
no cambies nunca querida nieta y amiga, conserva tu caja de fotos, donde estamos juntas con risas
Recuerda cuando nos pintábamos las dos, para que tu aprendieras, a hacerlo también, y nos coloreábamos la cara con las pinturas
Dejo ésta carta en tus aún, pequeñas manos para decirte que te amo, y alegre o triste, enamorada o con alas rotas, en ésta vida fui muy feliz, y no olvides que siempre talvez tenemos que conservar, el niño que llevamos dentro, que tibia, lejana, cercana, pensándote, siempre estará mi amor
por ti, envolviéndote en mis alas, protegiéndote, hablando
Con cariño, cosquillas y abrazos.
La Abuela
Querida nieta Mayra,
Aquí te dejo junto a esta carta, la medalla de la virgen María para que ella te proteja, no es necesario que la uses, sólo guárdala en el cajón de tu cómoda, o en tu caja de música, yo sé que tú crees en ella, aunque no lo digas en alta voz, lo que de seguro sabes, es que esta abuela te quiere mucho y te aconseja bien, como siempre
En realidad conozco tu forma de sentir, cuales son tus insomnios, tus lágrimas, tus risas, tus sueños. tus pesares. Te dejo la virgen para que te proteja, porque siendo de sagitario igual que tu madre, son muy nerviosas, muy cabeza dura, luchadora y fácil de meterse en líos, sé que las Geminianas como ésta abuela, son conciliadoras y prontas a buscar la paz, ella te servirá cuando yo no esté, hará que todos tus planetas, estén bien alineados.
Ella te dirá que la libertad del alma no viene sola, que no llega así nomas, que hay que luchar por ella, que no es una gracia, ni una dádiva, hay que ganarla para que ponga tu mente y tus alas en positivo, dejando volar tu alma, por los caminos de paz, reverdecidos de tréboles húmedos, de cuatro hojas, para tu suerte y para tu corazón, dulce y tierno.
Que no te envuelvan las sombras de las mentiras, que siempre te acompañe mi rayo de luz y recuerdos.
Guarda esta medalla, como el mejor recuerdo, que quieres que nunca se pierda, de ésta abuela media loca, los hermosos momentos que hemos vivido juntas, incluyendo a tu mamá, cuando decorábamos tortas de cumple o cuando soplábamos las velas, las tres pidiendo el mejor deseo, o cuando descubriste por primera vez que las dos teníamos los ojos verdes, cuando festejamos los números 10 en tu carnet de notas, que tanto alegraba a toda la familia
no cambies nunca querida nieta y amiga, conserva tu caja de fotos, donde estamos juntas con risas
Recuerda cuando nos pintábamos las dos, para que tu aprendieras, a hacerlo también, y nos coloreábamos la cara con las pinturas
Dejo ésta carta en tus aún, pequeñas manos para decirte que te amo, y alegre o triste, enamorada o con alas rotas, en ésta vida fui muy feliz, y no olvides que siempre talvez tenemos que conservar, el niño que llevamos dentro, que tibia, lejana, cercana, pensándote, siempre estará mi amor
por ti, envolviéndote en mis alas, protegiéndote, hablando
Con cariño, cosquillas y abrazos.
La Abuela
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