Raúl Lionel
Miembro Activo
Remeció la noche la oleada de luna
sobre el tálamo de la habitación cual una sábana
que recogida por mis manos se alejaba
del talle de tu cuerpo gimiente de ansias.
Como mar profundo de movimiento sísmico
que de tus ojos se avenia en forma de deseo
me entregaste la alondra sagrada de tu rosa
sin esperar el segundo canto del gallo
Y te amé sin pecado, sin remordimiento,
como cuando se muerde una manzana,
como cuando se corta un racimo,
como cuando uno desea lo que ama.
sobre el tálamo de la habitación cual una sábana
que recogida por mis manos se alejaba
del talle de tu cuerpo gimiente de ansias.
Como mar profundo de movimiento sísmico
que de tus ojos se avenia en forma de deseo
me entregaste la alondra sagrada de tu rosa
sin esperar el segundo canto del gallo
Y te amé sin pecado, sin remordimiento,
como cuando se muerde una manzana,
como cuando se corta un racimo,
como cuando uno desea lo que ama.