Caballero de los Geranios
MODERADOR DE ORTOGRAFÍA Y SEMÁNTICA
CRISTALES DE MIEL
El néctar de tus ojos, como góndola escarlata,
con una diadema de oro del soberbio ocaso,
avanza a mi pórtico repleto de soledades,
y tus hogueras de magnolia, sonríen a mis ilusiones
en el valle voluptuoso de tus párpados de hojas libres.
Desde tus aguas de almíbar y garzas blancas,
traes un concierto de júbilo en tu iris,
y recibo la abeja de seda de tu delirio
con arabescos de guirnaldas y jazmines.
Mis pálidas acuarelas tiemblan ante tus pupilas
y renacen mis lirios marchitos, en tu florido panal.
Luminaria de sensibles cristales de miel,
sacudes mi díscola lengua temblorosa,
la desnudas con la tierna suavidad de tu retina,
mis alas vespertinas se someten a tu embrujo
y me alimento de la luz nutriente de tu ámbar.
El néctar de tus ojos, como góndola escarlata,
con una diadema de oro del soberbio ocaso,
avanza a mi pórtico repleto de soledades,
y tus hogueras de magnolia, sonríen a mis ilusiones
en el valle voluptuoso de tus párpados de hojas libres.
Desde tus aguas de almíbar y garzas blancas,
traes un concierto de júbilo en tu iris,
y recibo la abeja de seda de tu delirio
con arabescos de guirnaldas y jazmines.
Mis pálidas acuarelas tiemblan ante tus pupilas
y renacen mis lirios marchitos, en tu florido panal.
Luminaria de sensibles cristales de miel,
sacudes mi díscola lengua temblorosa,
la desnudas con la tierna suavidad de tu retina,
mis alas vespertinas se someten a tu embrujo
y me alimento de la luz nutriente de tu ámbar.
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