Maria Jose
Miembro Conocido
Trashuman las estrellas por la noche espejada,
hay ríos de melaza y acuden a beber,
en su fulgor titilan, se sienten embriagadas,
el mar les pide un baile, descienden hasta él.
Las olas distribuyen sus cuerpos vaporosos,
en ondas balancean sus aros de cristal,
la Luna, vigilante, controla la marea
y un tácito lucero convoca a lo fugaz:
Caen ráfagas de polvo, el sol con sus mil dedos
espolvorea el cielo con viento mineral;
purpúreo bastidor que tensa un alto lienzo
bordado a maravilla, principio sin final.
A veces las estrellas no vagan en la noche,
ni el mar está en silencio, ni el sol marcha a dormir,
a veces, por las noches, ocurren éstas cosas
que si no estás despierto no puedes descubrir.
Última edición: