Víctor
Moderador de Poesía Jocosa
Decía un piloto aviador,
platicando sus hazañas:
Imagínese, señor,
una niebla en la mañana,
que no le permita ver
ni al frente ni a los costados;
con los motores parados,
sin gas a más no poder.
El que lo estaba escuchando
empezaba a acongojarse,
y le preguntó angustiado
¡cómo hizo para salvarse?
Y el piloto muy confiado
le contestó muy guasón:
“Sucede que esa ocasión,
no habíamos despegado”.
Última edición: