Jorge Luis Alava
Miembro Conocido
Uno a uno en la pared, entre el piso y la pared; en rumas, en caballetes: Los Alpes; Asia festiva, Asia dragón y arroz; un cielo y cascada llegando a nubes de agua; una cabaña rusa con nieblas; Brasil desde el suelo; Los Andes horizontal y en cinco lienzos. A demás bocetos y trazos incompletos, incomprensibles y dispersos.
Al fondo del cuarto, secandose la pintura: una mujer desnuda entre ventana y espejo. La forma del paso empinado en la poca distancia abría un ángulo obsceno en la piel cruda, rubia y poco experta.
Terminado el oficio estaba todo descanso, el pincel sucio, los frascos multicolores chorreando y en el banco ocre. Las ropas mixtas colgaban en desorden en el sillón con libros diagonal a la cama de sábanas azules y en movimiento.
Todo lo inerte, lo útil y lo desechable, incluso lo recién utilizado, circundaba y algunas frases componían los ritmos y las preferencias. La última que se dijo era una fantasía:
-Vamos, ahora en la ventana, como me pintaste.
Al fondo del cuarto, secandose la pintura: una mujer desnuda entre ventana y espejo. La forma del paso empinado en la poca distancia abría un ángulo obsceno en la piel cruda, rubia y poco experta.
Terminado el oficio estaba todo descanso, el pincel sucio, los frascos multicolores chorreando y en el banco ocre. Las ropas mixtas colgaban en desorden en el sillón con libros diagonal a la cama de sábanas azules y en movimiento.
Todo lo inerte, lo útil y lo desechable, incluso lo recién utilizado, circundaba y algunas frases componían los ritmos y las preferencias. La última que se dijo era una fantasía:
-Vamos, ahora en la ventana, como me pintaste.