José Luis Blázquez
JURADO - MODERADOR de los Foros de Poética Clásica
Hoy quiero presentaros un poema hecho con una clase de verso muy poco usado en nuestra lengua: el hexadecasílabo. En mi opinión, éste es el último verso que por su longitud puede considerarse poesía. Algunos expertos elevan esta categoría hasta el octodecasílabo, pero a mí me parece que todo lo que supere las 16 sílabas roza ya el límite que separa a la poesía de la prosa poética.
En esta ocasión, he utilizado hexadecasílabos compuestos por dos isostiquios con acentos rítmicos principales en las sílabas 3ª y 7ª de cada uno de ellos. Esta uniformidad en cuanto a su acentuación, dota a los versos de un ritmo muy musical, siendo ésta una cualidad indispensable para compensar el alejamiento que inevitablemente tienen las rimas. Os presento la poesía, cuyo título es:
En esta ocasión, he utilizado hexadecasílabos compuestos por dos isostiquios con acentos rítmicos principales en las sílabas 3ª y 7ª de cada uno de ellos. Esta uniformidad en cuanto a su acentuación, dota a los versos de un ritmo muy musical, siendo ésta una cualidad indispensable para compensar el alejamiento que inevitablemente tienen las rimas. Os presento la poesía, cuyo título es:
DECLARACIÓN
Ya mi pecho dolorido, de pasión atormentado,
ya mi espíritu no puede, ya mi cuerpo enamorado
trata en vano por más tiempo mis amores ocultar,
y al susurro de las frondas y el trinar de ruiseñores,
entre flores delicadas de perfumes seductores
la expresión de mi cariño voy mi bien a confesar.
Yo te quiero desde el día que te vi por vez primera:
fue una tarde indefinible, tarde azul de primavera
cuando quiso la fortuna que mi amor pusiera en ti;
yo recuerdo vagamente que la tarde de aquel día
pensé muchas, muchas veces, en poder hacerte mía
pero no recuerdo nunca de sentir lo que sentí.
He tratado de ocultarlo, de fingir que no te amaba,
aun sabiendo que mentía, que mi pecho deseaba
como nunca ha deseado, junto a ti, mi bien, estar,
pero ya me es imposible no decirte que te quiero,
que te adoro con delirio, con amor puro y sincero
y que sueño con el día que te lleve hasta el altar.
Tú me has dicho algunas veces que me quieres, ¿será cierto?
Es verdad y me parece como sueño en un desierto
el que puedas haber dicho que a ningún otro amarás,
mas escucha, dulce encanto, que por mucho que me ames,
que por mucho que en las noches entre sueños tú me llames,
y por mucho que me quieras... ¡yo te quiero mucho más!
José Luis Blázquez Gómez
Todos los derechos reservados
Código nº 1406131229140
Ya mi pecho dolorido, de pasión atormentado,
ya mi espíritu no puede, ya mi cuerpo enamorado
trata en vano por más tiempo mis amores ocultar,
y al susurro de las frondas y el trinar de ruiseñores,
entre flores delicadas de perfumes seductores
la expresión de mi cariño voy mi bien a confesar.
Yo te quiero desde el día que te vi por vez primera:
fue una tarde indefinible, tarde azul de primavera
cuando quiso la fortuna que mi amor pusiera en ti;
yo recuerdo vagamente que la tarde de aquel día
pensé muchas, muchas veces, en poder hacerte mía
pero no recuerdo nunca de sentir lo que sentí.
He tratado de ocultarlo, de fingir que no te amaba,
aun sabiendo que mentía, que mi pecho deseaba
como nunca ha deseado, junto a ti, mi bien, estar,
pero ya me es imposible no decirte que te quiero,
que te adoro con delirio, con amor puro y sincero
y que sueño con el día que te lleve hasta el altar.
Tú me has dicho algunas veces que me quieres, ¿será cierto?
Es verdad y me parece como sueño en un desierto
el que puedas haber dicho que a ningún otro amarás,
mas escucha, dulce encanto, que por mucho que me ames,
que por mucho que en las noches entre sueños tú me llames,
y por mucho que me quieras... ¡yo te quiero mucho más!
José Luis Blázquez Gómez
Todos los derechos reservados
Código nº 1406131229140
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