Jorge Toro
Miembro Conocido
Derroché muchísimo amor
cortejando sólo quimeras,
pero no encontré su calor
ni una que me amara de veras.
Fueron todas como centellas
alumbrando mi oscuridad,
pero apenas eran de aquellas
doctoradas en falsedad.
Derroché muchísimos años
entregándome a los amigos,
pero luego los desengaños
me quedaron como testigos.
Estuvieron siempre a mi lado
mientras disfruté del dinero,
pero cuando estuve arruinado
enfilaron a otro sendero.
Derroché muchísima vida
pregonando mis convicciones,
pero solo obtuve la herida
de plurales increpaciones.
Las grité por todos los lados
mas no dio ninguno ni un paso
todos, a una, confabulados
me calificaron payaso.
Derroché muchísimo verso
pretendiendo se me leyera,
pero no encontré un universo,
que mis métodos compartiera.
Los dejé en manos de todos
pero pocos vieron lo bueno,
fue quizás asunto de modos
o que mi escribir no es ameno.
Derroché muchísimos sueños
en proyectos de fantasía,
aposté totales empeños
esperando asirlos un día.
No logré, haciendo un arqueo,
lo que pretendí con porfía,
fue quizás mayor mi deseo
que mi propia sabiduría.
Los senderos que caminé
pienso, fueron desacertados,
pues, por mucho que me esforcé
a montón quedaron truncados.
Derroché diría que todo
y lo que intenté fracasó,
creo que, de lógico modo,
el culpable soy solo yo…
cortejando sólo quimeras,
pero no encontré su calor
ni una que me amara de veras.
Fueron todas como centellas
alumbrando mi oscuridad,
pero apenas eran de aquellas
doctoradas en falsedad.
Derroché muchísimos años
entregándome a los amigos,
pero luego los desengaños
me quedaron como testigos.
Estuvieron siempre a mi lado
mientras disfruté del dinero,
pero cuando estuve arruinado
enfilaron a otro sendero.
Derroché muchísima vida
pregonando mis convicciones,
pero solo obtuve la herida
de plurales increpaciones.
Las grité por todos los lados
mas no dio ninguno ni un paso
todos, a una, confabulados
me calificaron payaso.
Derroché muchísimo verso
pretendiendo se me leyera,
pero no encontré un universo,
que mis métodos compartiera.
Los dejé en manos de todos
pero pocos vieron lo bueno,
fue quizás asunto de modos
o que mi escribir no es ameno.
Derroché muchísimos sueños
en proyectos de fantasía,
aposté totales empeños
esperando asirlos un día.
No logré, haciendo un arqueo,
lo que pretendí con porfía,
fue quizás mayor mi deseo
que mi propia sabiduría.
Los senderos que caminé
pienso, fueron desacertados,
pues, por mucho que me esforcé
a montón quedaron truncados.
Derroché diría que todo
y lo que intenté fracasó,
creo que, de lógico modo,
el culpable soy solo yo…
