SANDRA BLANCO
Administradora - JURADO
Deshojándome como una rosa
Extraño el roce de tus manos
deshojándome como una rosa
en días tan tempranos
y en noches tan hermosas,
aquellos tiempos lejanos
bajo la luna gloriosa,
cuando los corazones latían
de ilusiones misteriosas.
Aquellos bellos veranos
de miradas luminosas
cuando nos amábamos lozanos
bajo mil estrellas ansiosas
que observábamos ufanos
con miradas orgullosas,
bien tomados de las manos
sin palabras pretensiosas,
sintiendo que nos pertenecíamos
de una forma grandiosa.
Como extraño aquellas manos,
como extraño hoy tu boca
como te extraño mi amor,
deshojándome como a una rosa.