Me brindaste tu amor, en tardes de arena
un amor que me duele y quema mis venas
un deseo, solo uno, que estuvieses aquí
el albero de mi cuerpo, se muere por ti.
Un amor que empezó, como un juego imaginario
y parece que se queda prendido en mi calendario
tú cosechando aplausos, olés y triunfos
y yo mientras sola, cerrada al mundo.
Hoy me despido, de ti con dolor
nunca te olvidaré, mi bello matador
hoy vuelvo a la vida, llena de ilusión
a encontrar quién me ame y demuestre su pasión
Mientras tú seguirás, llenando las plazas
pero quién te recibirá, cuando vuelvas a casa.