Sin pausa
pero sin prisas,
recorro su cuerpo
con mil caricias,
que nacen del corazón.
¡Y de que manera!
mis manos recorren
su piel de melocotón,
sin hallar fronteras.
Acariciando el cielo,
sintiendo su volcán,
me muero,y en vida
siento el paraíso.
No quiero ni a dios mirando,
ni juzgando los excesos.
Si todo lo vé,
que se vaya encabronando.
Pues si sus angeles
no tienen sexo,
el mío si,
y es sölo para mi.
Yo le doy el paraiso,
o por lo menos... lo intento.
pero sin prisas,
recorro su cuerpo
con mil caricias,
que nacen del corazón.
¡Y de que manera!
mis manos recorren
su piel de melocotón,
sin hallar fronteras.
Acariciando el cielo,
sintiendo su volcán,
me muero,y en vida
siento el paraíso.
No quiero ni a dios mirando,
ni juzgando los excesos.
Si todo lo vé,
que se vaya encabronando.
Pues si sus angeles
no tienen sexo,
el mío si,
y es sölo para mi.
Yo le doy el paraiso,
o por lo menos... lo intento.