Jurcan Uriarte Pontleca
Miembro Conocido
DIOS, también dice groserías…
Dícese que allá, en el Recinto Supremo, estaba DIOS, meditando los problemas terrenales, cuando de pronto escuchó una voz mundana, quejumbrosa y suplicante , que le decía: ---“ …¡SEÑOR, haz que me saque la lotería!”. ---¡ Concedido! --- contestó inmediatamente el SEÑOR, con voz dulce y sonora.--- Pasado algún tiempo, el SEÑOR, se encontraba en el paraje celestial, visualizando la inmensidad del universo, cuando escuchó una voz que le decía: ---“ …!SEÑOR, haz que me saque la lotería!”. ---¡ Concedido! ---contestó nuevamente el SEÑOR, con esa voz dulce y firme. --- Después, transcurrido algún tiempo considerable, el TODOPODEROSO, se encontraba recorriendo la Gloria, el Edén y sus alrededores, cuando escuchó una voz que le decía: --- “ …¡DIOS MÍO, haz que me saque la lotería!”. --- Conce…, Ya extrañado, el SEÑOR, le pregunta: ---¿Oye, acaso no eres tú, quien en ocasiones anteriores me has pedido lo mismo? ---Éste, con voz y timbre de idiota le responde:--- ---“ Ehhh, …Sí SEÑOR. Enfadado, el SEÑOR le pregunta: ---¿Siquiera compraste algún billete de lotería? --- “…No SEÑOR. ---“…¡Grandísimo Pendejo! Cualquier parecido, “mera coincidencia”.
Dícese que allá, en el Recinto Supremo, estaba DIOS, meditando los problemas terrenales, cuando de pronto escuchó una voz mundana, quejumbrosa y suplicante , que le decía: ---“ …¡SEÑOR, haz que me saque la lotería!”. ---¡ Concedido! --- contestó inmediatamente el SEÑOR, con voz dulce y sonora.--- Pasado algún tiempo, el SEÑOR, se encontraba en el paraje celestial, visualizando la inmensidad del universo, cuando escuchó una voz que le decía: ---“ …!SEÑOR, haz que me saque la lotería!”. ---¡ Concedido! ---contestó nuevamente el SEÑOR, con esa voz dulce y firme. --- Después, transcurrido algún tiempo considerable, el TODOPODEROSO, se encontraba recorriendo la Gloria, el Edén y sus alrededores, cuando escuchó una voz que le decía: --- “ …¡DIOS MÍO, haz que me saque la lotería!”. --- Conce…, Ya extrañado, el SEÑOR, le pregunta: ---¿Oye, acaso no eres tú, quien en ocasiones anteriores me has pedido lo mismo? ---Éste, con voz y timbre de idiota le responde:--- ---“ Ehhh, …Sí SEÑOR. Enfadado, el SEÑOR le pregunta: ---¿Siquiera compraste algún billete de lotería? --- “…No SEÑOR. ---“…¡Grandísimo Pendejo! Cualquier parecido, “mera coincidencia”.