Recuerdos Guardados
​
Ciento que el aire me acaricia
cruza en las mañanas tibias mi jardín,
esta vez en busca de senderos,
jamás vistos ni caminados,
observando la luz del paisaje,
con un suave perfume de libertad.
Roció que baña las rosas con destellos
trayendo arcoíris de colores vibrando,
con el canto de los zorzales,
alegrando y perfumando el alma,
con su esencia.
Están unidos y así vives en mí vida
Como la poesía que en mi alma acuno,
Flotando en el viento.
Versos profundos sobre plegarias de amor,
donde me pierdo en la poesía,
envuelto entre la nostalgia,
que de los rojizos horizontes,
se inspira y se enamoran.
voy a contar una historia,
entre un mundo de ilusiones de un primer amor,
recuerdos rotos y fragmentos
arrastrados como hojas al viento,
mientras en mi sonrisa, se esconde en tu canción.
Eres el canto del corazón enamorado,
que me robas la calma,
eres el grito callado del alma,
poeta herida, como cristales,
donde se empapan las palabras,
mientras mis labios callan,
el verso y musa en mis poesías,
de esos ínfimos instantes,
en que mi alma se congela,
en una flor encendida de los días,
con ardor de la naturaleza,
sumisa en las lágrimas,
me conviertes en un recuerdo guardado.
Recuerdos Guardados
​
Ciento que el aire me acaricia
cruza en las mañanas tibias mi jardín,
esta vez en busca de senderos,
jamás vistos ni caminados,
observando la luz del paisaje,
con un suave perfume de libertad.
Roció que baña las rosas con destellos
trayendo arcoíris de colores vibrando,
con el canto de los zorzales,
alegrando y perfumando el alma,
con su esencia.
Están unidos y así vives en mí vida
Como la poesía que en mi alma acuno,
Flotando en el viento.
Versos profundos sobre plegarias de amor,
donde me pierdo en la poesía,
envuelto entre la nostalgia,
que de los rojizos horizontes,
se inspira y se enamoran.
voy a contar una historia,
entre un mundo de ilusiones de un primer amor,
recuerdos rotos y fragmentos
arrastrados como hojas al viento,
mientras en mi sonrisa, se esconde en tu canción.
Eres el canto del corazón enamorado,
que me robas la calma,
eres el grito callado del alma,
poeta herida, como cristales,
donde se empapan las palabras,
mientras mis labios callan,
el verso y musa en mis poesías,
de esos ínfimos instantes,
en que mi alma se congela,
en una flor encendida de los días,
con ardor de la naturaleza,
sumisa en las lágrimas,
me conviertes en un recuerdo guardado.