Blanca Hernandez
Miembro Conocido
En aquella noche, aquella arboleda
monumentos, que atrás quedaban,
sentí en mi mano, tu mano tibia,
tu alma pura, en la mía entraba.
Allí comenzó todo lo que sentíamos
hablar de esperanzas, que teníamos
brillaron los ojos, con nuestras ilusiones
sinceros fuimos, abriendo corazones,
Las sombras cobijaron, temores y miedos
me di a tus brazos, a envolverme en ellos,
y en tu pecho tibio, cuál si fuera un nido,
sentí profundos esos momentos bellos.
El amor en tus ojos expectantes, vi brillar
cuando tus labios buscaron mi boca,
hundí en tu pecho mi cabeza y muda,
sentí en mi alma unas ansias locas.
Soñé en silencio contemplando la vista
las sombras de la noche, nos amparaban,
aprisioné tu mano, miré la ciudad que insistía
que nuestros corazones, amar gritaban.
Se cumplió la promesa de querernos siempre
leer en las noches, muchas veces tu poesía
sobre todo unos párrafos, que en ellos me decías,
¨para siempre amarte, para sentirte mía¨
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