Víctor
Moderador de Poesía Jocosa
Me dio mi padre con la fe encendida,
un árbol que estimula el sentimiento,
y me exclamó con singular acento:
"¡Tómalo hijo, es el árbol de la vida!".
Lo sembré con mi mano enternecida
y en sus cuidados siempre estoy atento,
prodigándole el agua del sustento,
deseando ver su fronda florecida.
Esperanza en retoños virginales
que brotan con la savia bendecida
dispersa entre sus venas vegetales.
Y cuando mi alma está desfallecida,
me transmite consuelos paternales,
porque en ese árbol me entregó la vida...
un árbol que estimula el sentimiento,
y me exclamó con singular acento:
"¡Tómalo hijo, es el árbol de la vida!".
Lo sembré con mi mano enternecida
y en sus cuidados siempre estoy atento,
prodigándole el agua del sustento,
deseando ver su fronda florecida.
Esperanza en retoños virginales
que brotan con la savia bendecida
dispersa entre sus venas vegetales.
Y cuando mi alma está desfallecida,
me transmite consuelos paternales,
porque en ese árbol me entregó la vida...
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