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El último cristal del arco iris

El último cristal del arco iris

Se vislumbraba desde lejos, con la majestad propia de la misma naturaleza. Me quedé parada observándolo, la verdad es que me parecía demasiado hermoso para estar ahí tan cercano, ahí tan fabuloso, así como presumiendo. Brillaban sus colores ante la luz del sol mismo y hasta podía competir con el más brillante lucero. No parecía algo natural y lo era. Yo me preguntaba sin parar de qué estaría construido, seguro que de cristales, claro, no podía ser de otra manera, como una niña que era solo podía pensar en cristales de brillantes colores recorriendo el hermoso cielo. Todo lo hubiera dado yo por haber tenido solo un trocito de aquel hermoso arco, me hubiera gustado subir por el hasta llegar al mismo cielo y al llegar cerca de Dios, allí, allí mismo pedirle por favor que dejara a mi padre bajar por su arco a la tierra de nuevo, o al menos que me regalara un trozo, un trozo pequeño. Mi abuela me decía que el último trozo del arco iris era mágico, que cuando ya casi no se podía ver en el cielo, solo quedaba un matiz de color y que aquel que fuera capaz de alcanzarlo, podía conseguir todo lo que quisiera, era un hermoso cuento aquel que me contaba.

Esperé y esperé hasta que solo se podía ver una pequeña parte de colores y me subí al campanario de la iglesia, desde allí quizá podría cogerlo, mi padre volvería a abrazarme, mi vida no volvería a ser ya nunca más pura nostalgia. Subí las escaleras interminables que me separaban de la gloria con toda la velocidad que tenían mis piernas, me cansé y seguí, y seguí, y por fin llegué. Me sorprendió aquello que sucedió, el gran arco iris se había convertido en un hermoso lucero, un lucero con una luz brillante, entonces pude comprender todo, ese era para mi desgracia el último cristal del arco iris.

María del Mar Ponce López
Reservados derechos de autor
 
Maria querida, Jamas queda el ultimo trozo, siempre hay mas, como la esperanza el ultimo de los dones, en realidad el único de la caja de Pandora. Casi nadie tiene el valor de esperar por ese milagro, les arredra. tu encontraras ese cristal que tanto deseas. Besos Mil.
 
No se si lo interprete como es y no quiero hacerte sentir mal , si no es lo que entendi , mil disculpas , pero a parte de hermoso es algo triste y lleno de esperanza por ese abrazo deseado y el gran lucero es quien desde lo alto siempre te cuidara , un abrazo i querida amiga bendiciones
 

Maria Jose

Miembro Conocido
Tan bonito sería ese lucero como el mismo arcoíris, estoy segura, sabiendo que esa lucecita es el amor que nunca se apaga de los seres queridos que andan por los cielos.
Es una bella prosa con un toque mágico de nostalgia.
Un placer leerte María del Mar.
Besos.
 
Mi hermosa amiga,caramba...que belleza de prosa..mi vida linda..!!!

Sabes esa misma historia mi madre m la contó quizás con otras palabras pero con el mismo objetivo ..y si claro de niña deseaba llegar al final de el arco iris para ver lo que encontraría ..mi madre me decía que habría un gran deseo para quien lograra ese objetivo..

Mi niña ...ahora que te leo me has movido sentimientos ....
si que m he puesto chipil...

gracias amiga ...por este momento de paz y amor...

te abrazo con todo mi cariño..
te quierooo muchisimo.
 

Lyliam

Miembro Conocido
Emociona el contenido de tu prosa María, con ese toque de infantil deseo que todos conservamos cuando pedimos un deseo que sabemos imposible. Es hermosa, un abrazo poeta.
 
Cariño tus letras son caricias que llegan al alma, son suspiros de tu bello ser en letras en donde describes la belleza que hay en ti, no obstante el deseo siempre debe estar presente así como la esperanza, precioso, besos mil mi cielo.
 
Bellisima prosa, escrita con profundidad y melancolía y con la hermosura que caracteriza tus trabajos Felicitaciones María del Mar por tus exquisitas letras, gracias por sumarte a este evento, saludos amiga poeta


 

MARIPOSA NEGRA

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precioso relato mi querida María del Mar, mi parte favorita es esa remembranza de la historia que te contaba tu abuela, los niños no tienen prejuicios y en cambio poseen una gigantesca capacidad de creer, un enorme placer leerte, besos preciosa
 

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