Blanca Hernandez
Miembro Conocido
Ella cerró la libreta despacio, y quedó un momento
apoyando la mano sobre la tapa, le costó volver de
esas letras, de ese mundo que la tenía atrapada,
se miró en el espejo que colgaba de la pared y le
devolvía una imagen todavía joven, pese a los años,
no importaba las ojeras, ni su cabello despeinado
Tenía que apresurarse, abrió el ropero y empezó
a tiras ropa encima de la cama, se puso las medias
se puso ropa interior linda, se probó algunas prendas
y se puso como siempre un vaquero y una camisa,
se calzó sus botas de taco alto, igual que la cartera.
Fue hasta el botiquín, saco el maquillaje, se maquilló
cuidando los detalles, se recogió el pelo en una cola,
se puso sus caravanas y colgante, dio dos vueltas
mirándose detenidamente y le gustó lo que veía,
sus ojos verdes resaltaban con el maquillaje.
Se perfumó y volvió al escritorio, abrió de nuevo
la libreta, y leyó deteniéndose en cada estrofa,
había editado el último poema para su amor,
para el amor, el gran amor que había muerto,
se le oprimió el pecho, rezó un Padre nuestro y
escribió ¡¡Te amé tanto pero la vida continúa!!
Cerró la libreta y dejó un beso en la tapa.
Tomó las llaves y la cartera, miró la hora estaba
a tiempo todavía, un amigo la espera en la confitería.
Nunca dejaría de amar a quién se fue, pero su familia
siempre que la abrazaban, le decían que tenía que
seguir viviendo y eso haría esa tarde.
Ya tendría tiempo de llorar de noche cuando se
acostara sola, y repasara su último poema.
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