Borboleta
Miembro Conocido
El amor no debe doler
Me veo al espejo y no logro comprender que me llevó hasta este instante, recuerdo que tenía las manos llenas de esperanzas, la alegría se desbordaba en las miradas y los latidos de mi corazón tenían el ritmo perfecto, mis piernas eran tan fuertes que podía ganarle la carrera a cualquier problema, mis palabras eran luz cuando llegaba la noche a mi existencia, me sobraba la fuerza para cargar cualquier pena y tenía la fortaleza de un caudillo en plena guerra. Cierro los ojos y es cuando me concentro en el instante.
Me veo nuevamente en el espejo y observo mis piernas de ahora, ya no son tan fuertes, las han debilitado la pintura de unas islas, las palabras se han vuelto mudas y solo se escucha el eco de los lamentos, hoy la fuerza se ha hecho débil y permite que me ahogue la pena. Recorro mi cuerpo con mis ojos y veo cuanta isla hay en él; algunas hundidas, otras elevadas; igual no dejan de doler.
Y me vuelvo a ver en el espejo y nuevamente no logro comprender, un día tenía el amor en mis brazos y hoy lo veo desfallecer, ya no hay esperanza ni alegría, se han convertido en dolor y agonía. Es entonces que se escucha el azote de una puerta y a mi corazón llega la arritmia, llega hasta mi presencia el hombre que siempre amé, el miedo recorre mi alma cuando su mano levanta en el aire… el golpe veo venir. Surge mi fortaleza de caudillo y la mano logro detener, un torbellino de valentía me inunda y al acto pongo fin, veo el rostro desencajado de ese hombre que se logra arrepentir.
Ahora comprendo que el amor no debe lastimar, que en mis brazos, mis piernas, mi rostro y espalda no debe haber islas, que nadie tiene derecho a lacerar mi imagen y mi alma, ni se lo debo dar. Fui un ser violentado que hoy se viste de entereza, que mira hacia el horizonte que logra construir, en donde no es permitido lisiar mi sonrisa, donde al amor no debe doler.
D.R.A. 070314 (EBA ROMA)
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