Antonio Jurado Rivera
Miembro Conocido
Paseábamos por la playa
enredados con la luna
mi corazón ya sentía
que yo ya te amaba tanto
como nunca amé a ninguna.
Tenerte al atardecer
era una inmensa delicia
mi pecho ya era un incendio
y nuestra bocas y manos
una orquesta de caricias.
Amparados por la luna
nuestro amor iba creciendo
bajo el manto de la noche
y los anhelos seguían
liberando sentimientos.
Nos inundaba de dicha
en la quieta madrugada
y los sueños tan deseados
cumplimos llenos de amor
con el deseo en las miradas.
Todo era tan acogedor
y tan lleno de ilusiones
convertidas en derroche
que el amor brilló a la luz
de aquella preciosa noche.
Antonio Jurado - España
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