Pilar Marti
Miembro Conocido
En el viejo campanario
de aquella olvidada aldea,
anidaba la cigüeña.
Oteaba un horizonte
infinito y sin fronteras,
valles, montañas y ríos
lejos del hacha guerrera.
Abría sus alas blancas
majestuosa y serena,
y se elevaba hacia el cielo
dejando detrás la tierra.
Yo contemplaba el milagro
asida a la impía piedra,
y un gemido lancé al viento
pues la natura no quiso,
que yo...volara con ella.
Volar, mi gran sueño.
de aquella olvidada aldea,
anidaba la cigüeña.
Oteaba un horizonte
infinito y sin fronteras,
valles, montañas y ríos
lejos del hacha guerrera.
Abría sus alas blancas
majestuosa y serena,
y se elevaba hacia el cielo
dejando detrás la tierra.
Yo contemplaba el milagro
asida a la impía piedra,
y un gemido lancé al viento
pues la natura no quiso,
que yo...volara con ella.
Volar, mi gran sueño.