Miguel Francisco Romero
Nuevo Miembro
EL CONCIERTO DEL AMOR © Derechos reservados del texto
Autor: Miguel F. Romero 15/05/2013 Argentina.
Y llegó la esperada fecha indicada
habían nacido por fin, las mariposas
y como aladas y bellas diosas primorosas
poblaron de amor y brillo, la selva encantada.
Era el día y la hora, en el lugar apropiado
y comenzaron a reunirse, afinando la garganta
todos los animales de la selva, en la hora indicada
el lugar, la laguna del bosque encantado.
Cada uno ocupó su lugar, con un tono socarrón
dispuestos todos, contentos, a chillar y cantar
todos dirigidos, guardando respeto y sin desentonar
por el gran maestro, el Rey, El Gran León.
Todos los animales de la selva, del pequeño al más grandote
se acomodaron en el espacio, afinando la voz
mientras esperaban al grandioso tenor
el señor boca grande, el gran Rinoceronte.
El Director con un rugido, pidió silencio y atención
acariciando sus bigotes y flameando al viento su melena
tomó la fina batuta y con mirada serena
le pidió con una ojeada, el primer acorde al Halcón
Y el Orangután, marcaba el ritmo con fervor
con el timbal sonando en un hueco tronco
la Pantera y el Tigre, en rugido y coro
acompañaban de maravillas, al gran tenor.
Y los canarios y la golondrina, los loros y el ruiseñor
entonaban los sonidos mágicos de sus cantares
poblando de melodías, la perfumada brisa de los azahares
con su arte y su canto, en una hermosa canción de amor.
El coludo cocodrilo con su bocaza, marcaba el tono del coro
mientras la rana y el sapo, croaban en los corrillos
desde la orilla de la laguna, haciendo el dueto con los grillos
y las serpientes muy divertidas, chapoteaban en el lodo
Y todo los animales, enternecidos y llorando en silencio mudo
se abrazaban y besaban, en amistad y dulces murmullos
demostrándole a Su Creador, que escuchaba sus arrullos
que la armonía, la paz y el amor, es posible en este mundo.
Es muy dulce hacer un pensamiento loco,
hablando de la paz y el amor,
en alguna que otra ocasión.
Autor: Miguel F. Romero 15/05/2013 Argentina.
Y llegó la esperada fecha indicada
habían nacido por fin, las mariposas
y como aladas y bellas diosas primorosas
poblaron de amor y brillo, la selva encantada.
Era el día y la hora, en el lugar apropiado
y comenzaron a reunirse, afinando la garganta
todos los animales de la selva, en la hora indicada
el lugar, la laguna del bosque encantado.
Cada uno ocupó su lugar, con un tono socarrón
dispuestos todos, contentos, a chillar y cantar
todos dirigidos, guardando respeto y sin desentonar
por el gran maestro, el Rey, El Gran León.
Todos los animales de la selva, del pequeño al más grandote
se acomodaron en el espacio, afinando la voz
mientras esperaban al grandioso tenor
el señor boca grande, el gran Rinoceronte.
El Director con un rugido, pidió silencio y atención
acariciando sus bigotes y flameando al viento su melena
tomó la fina batuta y con mirada serena
le pidió con una ojeada, el primer acorde al Halcón
Y el Orangután, marcaba el ritmo con fervor
con el timbal sonando en un hueco tronco
la Pantera y el Tigre, en rugido y coro
acompañaban de maravillas, al gran tenor.
Y los canarios y la golondrina, los loros y el ruiseñor
entonaban los sonidos mágicos de sus cantares
poblando de melodías, la perfumada brisa de los azahares
con su arte y su canto, en una hermosa canción de amor.
El coludo cocodrilo con su bocaza, marcaba el tono del coro
mientras la rana y el sapo, croaban en los corrillos
desde la orilla de la laguna, haciendo el dueto con los grillos
y las serpientes muy divertidas, chapoteaban en el lodo
Y todo los animales, enternecidos y llorando en silencio mudo
se abrazaban y besaban, en amistad y dulces murmullos
demostrándole a Su Creador, que escuchaba sus arrullos
que la armonía, la paz y el amor, es posible en este mundo.
Es muy dulce hacer un pensamiento loco,
hablando de la paz y el amor,
en alguna que otra ocasión.