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El incendio

Horrorizado, vi el infierno.
Áridos montes negrecidos
por la pérfida mano de un cobarde
que prendió lo que era parte de mí.
Y lloré.
Como llora un niño
que pierde la mano de su madre.
Como llora el anciano
recordando las que quedaron por el camino.
Como llora el emigrante
añorando los abrazos pasados.


Las lágrimas afligen mi corazón
recordando cuando chaval
correteaba por esos pinares
arropado por sus sombras.


Y la tristeza me invadió.
Una tristeza honda y profunda,
que huele a oscuridad, a humedad, a moho,
la que enturbia los vientos
y fuerza nuestra vista al suelo
regando de nuestro dolor
la infértil tierra
donde ya solo florecen
las huellas de mis botas.
 
Versos que contienen una honda tristeza, que todavía arraiga profundamente en su corazón, heridas que no cierran y que todavía sangran dolorosamente en el alma. Felicitaciones poeta Javier Tomas por la magnificencia en como plasma esta melancólica obra. se le saluda atte.
 

MARIPOSA NEGRA

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vaya Javier cuanta fuerza contenida en esos versos, la impotencia, la rabia y el desamor se mezclan y amargan el alma hasta su raíz, un hermoso y triste tema, un gusto leerte, besos
 

GAVASE

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La realidad es así de cruel, por desgracia la mayoría de las veces son intereses económicos.
Excelentes versos.
Abrazos.
 

LeticiaM

Miembro Conocido
Horrorizado, vi el infierno.
Áridos montes negrecidos
por la pérfida mano de un cobarde
que prendió lo que era parte de mí.
Y lloré.
Como llora un niño
que pierde la mano de su madre.
Como llora el anciano
recordando las que quedaron por el camino.
Como llora el emigrante
añorando los abrazos pasados.


Las lágrimas afligen mi corazón
recordando cuando chaval
correteaba por esos pinares
arropado por sus sombras.


Y la tristeza me invadió.
Una tristeza honda y profunda,
que huele a oscuridad, a humedad, a moho,
la que enturbia los vientos
y fuerza nuestra vista al suelo
regando de nuestro dolor
la infértil tierra
donde ya solo florecen
las huellas de mis botas.
Una gran tristeza inunda esta poesía,añoranzas de otras épocas que se desvanecen en el ardor de las llamas que todo lo consumen,triste y bella poesía,cariños.
 
Como te comprendo amigo cuando en mi sur amado se quemaban bosques por días y los aviones sobrevolaban y el agua no era suficiente, hasta que la bendita lluvia nos dió un respiro. Luego vino la rabia por esos turistas que no cuidaron nuestro ecosistema, y el dolor años después de ver al mirar el bosque que lo que la naturaleza hizo durante años fue destruido en instantes, hermoso al decir tus letras, maestro un honor leerte. Un beso Javier.
 

SANDRA BLANCO

Administradora - JURADO
Horrorizado, vi el infierno.
Áridos montes negrecidos
por la pérfida mano de un cobarde
que prendió lo que era parte de mí.
Y lloré.
Como llora un niño
que pierde la mano de su madre.
Como llora el anciano
recordando las que quedaron por el camino.
Como llora el emigrante
añorando los abrazos pasados.


Las lágrimas afligen mi corazón
recordando cuando chaval
correteaba por esos pinares
arropado por sus sombras.


Y la tristeza me invadió.
Una tristeza honda y profunda,
que huele a oscuridad, a humedad, a moho,
la que enturbia los vientos
y fuerza nuestra vista al suelo
regando de nuestro dolor
la infértil tierra
donde ya solo florecen
las huellas de mis botas.

Precioso y sentido poema ,nostalgias que enlutan el sentir y lo colman de tristezas,un poema hermosamente bañado de melancolía,gracias por compartir,un beso grande.
 

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