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El niño del pueblo


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Fotografía de Juan Carlos Heras Espada

EL NIÑO DEL PUEBLO

Caía leve lluvia

bajo un frío intenso
oscurecía la tarde
de un día de invierno.

Se reflejaba tenue luz

en húmedo asfalto negro
explosiones de motores
quebraban el silencio.

Llegaba a la gran ciudad

procedente del viejo pueblo
el niño que en su andar
preguntaba mirando al cielo.

¿Dónde están los árboles,

los campos y cerros?
¿dónde el bello ocaso
con el gran sol cayendo?.

Cansado en su caminar

por largos pavimentos
iba el niño comentando
¡ aquí no huele a leño !.

No me llega olor a jara
ni el aroma de romero
no se oye el piar de aves
ni ladridos de los perros.

¡ Quiero salir de esta jaula

regresar a mi pueblo !
gritaba entre sollozos
lágrimas le iban cayendo.

Condenado a ser reo

del futuro en el tiempo
quedó sin esperanzas
sin el sueño del regreso.

Hoy preso en una jungla

de edificios y cemento
el niño que ahora es hombre
aún llora por su pueblo.

Juan Carlos Heras Espada

Derechos de autor
Código: 1202021015714
Fecha 02-feb-2012 16:23 UTC




 
Última edición:

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Fotografía de Juan Carlos Heras Espada

EL NIÑO DEL PUEBLO

Caía leve lluvia

bajo un frío intenso
oscurecía la tarde
de un día de invierno.

Se reflejaba tenue luz

en mojado asfalto negro
explosiones de motores
quebraban el silencio.

Llegaba a la gran ciudad

procedente del viejo pueblo
el niño que en su andar
preguntaba mirando al cielo.

¿Donde están los árboles,

los campos y cerros?
¿donde el bello ocaso
con el gran sol cayendo?.

Cansado en su caminar

por largos pavimentos
iba el niño comentando
¡ aquí no huele a leño !.

No me llega olor a jara
ni el aroma de romero
no se oye el piar de aves
ni ladridos de los perros.

¡ Quiero salir de esta jaula

regresar a mi pueblo !
gritaba entre sollozos
lágrimas le iban cayendo.

Condenado a ser reo

del futuro en el tiempo
quedó sin esperanzas
sin el sueño del regreso.

Aún preso en una jungla

de edificios y cemento
el niño que ahora es hombre
aún llora por su pueblo.

Juan Carlos Heras Espada

Derechos de autor
Código: 1202021015714
Fecha 02-feb-2012 16:23 UTC





Estimado poeta añoranzas que tantos compartimos,es que las ciudades se han convertido en junglas de cemento y uno añora la calidez de los espacios abiertos de la libertad la seguridad y del aire limpio y puro de los pueblos,bello poema,muy grato leerte,un abrazo.
 

SANDRA BLANCO

Administradora - JURADO

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Fotografía de Juan Carlos Heras Espada

EL NIÑO DEL PUEBLO

Caía leve lluvia

bajo un frío intenso
oscurecía la tarde
de un día de invierno.

Se reflejaba tenue luz

en húmedo asfalto negro
explosiones de motores
quebraban el silencio.

Llegaba a la gran ciudad

procedente del viejo pueblo
el niño que en su andar
preguntaba mirando al cielo.

¿Dónde están los árboles,

los campos y cerros?
¿dónde el bello ocaso
con el gran sol cayendo?.

Cansado en su caminar

por largos pavimentos
iba el niño comentando
¡ aquí no huele a leño !.

No me llega olor a jara
ni el aroma de romero
no se oye el piar de aves
ni ladridos de los perros.

¡ Quiero salir de esta jaula

regresar a mi pueblo !
gritaba entre sollozos
lágrimas le iban cayendo.

Condenado a ser reo

del futuro en el tiempo
quedó sin esperanzas
sin el sueño del regreso.

Hoy preso en una jungla

de edificios y cemento
el niño que ahora es hombre
aún llora por su pueblo.

Juan Carlos Heras Espada

Derechos de autor
Código: 1202021015714
Fecha 02-feb-2012 16:23 UTC





Es verdad Juan Carlos muchas veces las jaulas de cemento atrapan y no nos dejan disfrutar de la libertad de los pueblos,añoranzas de una hermosa y mágica niñez,precioso tu poema,gracias por compartir,un beso grande.
 
Juan Carlos esa seria mi triste vida si no me hubiese mudado a este sur, paraíso de Lago Puelo, seria una triste mujer en una gran ciudad. Placer leerte.
 

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EL NIÑO DEL PUEBLO

Caía leve lluvia

bajo un frío intenso
oscurecía la tarde
de un día de invierno.

Se reflejaba tenue luz

en húmedo asfalto negro
explosiones de motores
quebraban el silencio.

Llegaba a la gran ciudad

procedente del viejo pueblo
el niño que en su andar
preguntaba mirando al cielo.

¿Dónde están los árboles,

los campos y cerros?
¿dónde el bello ocaso
con el gran sol cayendo?.

Cansado en su caminar

por largos pavimentos
iba el niño comentando
¡ aquí no huele a leño !.

No me llega olor a jara
ni el aroma de romero
no se oye el piar de aves
ni ladridos de los perros.

¡ Quiero salir de esta jaula

regresar a mi pueblo !
gritaba entre sollozos
lágrimas le iban cayendo.

Condenado a ser reo

del futuro en el tiempo
quedó sin esperanzas
sin el sueño del regreso.

Hoy preso en una jungla

de edificios y cemento
el niño que ahora es hombre
aún llora por su pueblo.

Juan Carlos Heras Espada

Derechos de autor
Código: 1202021015714
Fecha 02-feb-2012 16:23 UTC




Un lindísimo poema, estimado Juan Carlos! Una historia hermosamente triste!
Ha sido un verdadero placer pasar!
Abrazos sinceros!!
 

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