Poeta Errante
Miembro Conocido
El Pobre Escritor
Él se llamó escritor, en un instante que sintió que las letras plasmadas en el papel valían más que su vida. Este sentimiento se lo contó a sus amigos y conocidos, y todos se mofaban de el con frases como: “¿vos escritor? Jajaja” o “nunca vas a llegar a publicar nada, la vida del escritor es difícil”.
El con la gallardía de su espíritu siguió escribiendo, soñando historia un pasándolas al papel, sus sueños valían más que las críticas para él.
El tiempo fue transcurriendo y los años pasaron, el pobre escritor no tuvo oportunidad de publicar ninguna obra y hasta se convenció lo que tiempo atrás le decían su allegados.
Se tomó unas semanas para meditar y alejarse de la escritura. Se decía “¿para que necesito escribir? Tanto tiempo en vano” “ahora me siento libre sin tener que estar horas corrigiendo un escrito”.
Las semanas pasaron, y se dio cuenta que su vida estaba vacía, que algo faltaba en su ser. Se acercó a su vieja computadora, aquella que tanto tiempo lo había acompañado y comenzó a escribir. No tenía en claro lo que quería expresar pero sus dedos volaban en el teclado gastado.
Su barba creció, pasaron una centena de amaneceres hasta que terminó una obra, que la título “Mi Vida”.
Era una novela de unas seiscientas páginas, fue a varios editoriales conocidos en su ciudad, pero ningún editor se interesó.
Guardó su novela, en la cual narraba las vicisitudes de su vida y comenzó a trabajar en un taxi.
Hora tras hora tras el volante escuchando las historias de los pasajeros, así pasaron tres años.
Dejó el taxi de lado y volvió a escribir, esta vez las historias que los pasajeros le narraban, en un lapso de un año culminó. Llevó el material a el editorial más importante de su ciudad, Cuando el editor leyó todo el escrito, de mil páginas se quedó maravillado y llamó al pobre escritor.
Le ofreció una importante suma por su libro.
El escritor le interrogó: ¿Por qué cuando vine aquí por primera vez con el libro de mi vida no le dieron importancia?
El editor le contesto ¿a quién le interesa la historia de un pobre escritor? Ahora podes ser famoso con todos estos chismes.
El escritor le contestó: pensándolo bien si deseas escuchar “chismes” búscalo por vos mismo, yo soy escritor no periodista de espectáculos, le sacó el libro de las manos y se marchó.
Era su deseo tener bien en claro su orgullo de "persona" que de escritor...
Él se llamó escritor, en un instante que sintió que las letras plasmadas en el papel valían más que su vida. Este sentimiento se lo contó a sus amigos y conocidos, y todos se mofaban de el con frases como: “¿vos escritor? Jajaja” o “nunca vas a llegar a publicar nada, la vida del escritor es difícil”.
El con la gallardía de su espíritu siguió escribiendo, soñando historia un pasándolas al papel, sus sueños valían más que las críticas para él.
El tiempo fue transcurriendo y los años pasaron, el pobre escritor no tuvo oportunidad de publicar ninguna obra y hasta se convenció lo que tiempo atrás le decían su allegados.
Se tomó unas semanas para meditar y alejarse de la escritura. Se decía “¿para que necesito escribir? Tanto tiempo en vano” “ahora me siento libre sin tener que estar horas corrigiendo un escrito”.
Las semanas pasaron, y se dio cuenta que su vida estaba vacía, que algo faltaba en su ser. Se acercó a su vieja computadora, aquella que tanto tiempo lo había acompañado y comenzó a escribir. No tenía en claro lo que quería expresar pero sus dedos volaban en el teclado gastado.
Su barba creció, pasaron una centena de amaneceres hasta que terminó una obra, que la título “Mi Vida”.
Era una novela de unas seiscientas páginas, fue a varios editoriales conocidos en su ciudad, pero ningún editor se interesó.
Guardó su novela, en la cual narraba las vicisitudes de su vida y comenzó a trabajar en un taxi.
Hora tras hora tras el volante escuchando las historias de los pasajeros, así pasaron tres años.
Dejó el taxi de lado y volvió a escribir, esta vez las historias que los pasajeros le narraban, en un lapso de un año culminó. Llevó el material a el editorial más importante de su ciudad, Cuando el editor leyó todo el escrito, de mil páginas se quedó maravillado y llamó al pobre escritor.
Le ofreció una importante suma por su libro.
El escritor le interrogó: ¿Por qué cuando vine aquí por primera vez con el libro de mi vida no le dieron importancia?
El editor le contesto ¿a quién le interesa la historia de un pobre escritor? Ahora podes ser famoso con todos estos chismes.
El escritor le contestó: pensándolo bien si deseas escuchar “chismes” búscalo por vos mismo, yo soy escritor no periodista de espectáculos, le sacó el libro de las manos y se marchó.
Era su deseo tener bien en claro su orgullo de "persona" que de escritor...
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