JAVIER TOMAS
Sub Administrador
EL PRÍNCIPE EROL, ANTES DE LA BATALLA II PARTE
El príncipe Erol y su padre son traicionados por sus nobles para entregar el reino a un poderoso jefe normando por oro y tierras. El rey es asesinado mientras dormía y Erol apuñalado, lanzado al mar y dado por muerto. Milagrosamente se salva y jura venganza.
Do saños más tarde, se presenta con un ejercito de campesinos y artesanos hartos de los despropósitos de los nobles y sus luchas por el poder.
Desde lo alto del valle de Irati, observando la huestes enemigas y apunto de entrar en batalla, le habla así a su lugarteniente:
Alzo los ojos mirando
tierras que tanto soñara
pido con ansia, rezando,
firme batalla librara.
Bajo la espada con mando
alto destino esperara
quienes honores buscando
esta nación conquistara.
Nuevo sería ver mostrando
digna e invicta la tiara
alguien destino tornando,
muerto, y ahora reinara.
¡Pena enemigo llorando!
Amo de nada quedara.
Crueles tus días pensando
triste traición me guiara.
Fieles vasallos aullando
sangre tan basta vengara,
tripas de buitre Normando
nuestros sepulcros regara.
Campos inertes danzando
Parca y guadaña segara
trono que indigno, ¡NEFANDO!
Pura justicia otorgara.
El príncipe Erol y su padre son traicionados por sus nobles para entregar el reino a un poderoso jefe normando por oro y tierras. El rey es asesinado mientras dormía y Erol apuñalado, lanzado al mar y dado por muerto. Milagrosamente se salva y jura venganza.
Do saños más tarde, se presenta con un ejercito de campesinos y artesanos hartos de los despropósitos de los nobles y sus luchas por el poder.
Desde lo alto del valle de Irati, observando la huestes enemigas y apunto de entrar en batalla, le habla así a su lugarteniente:
Alzo los ojos mirando
tierras que tanto soñara
pido con ansia, rezando,
firme batalla librara.
Bajo la espada con mando
alto destino esperara
quienes honores buscando
esta nación conquistara.
Nuevo sería ver mostrando
digna e invicta la tiara
alguien destino tornando,
muerto, y ahora reinara.
¡Pena enemigo llorando!
Amo de nada quedara.
Crueles tus días pensando
triste traición me guiara.
Fieles vasallos aullando
sangre tan basta vengara,
tripas de buitre Normando
nuestros sepulcros regara.
Campos inertes danzando
Parca y guadaña segara
trono que indigno, ¡NEFANDO!
Pura justicia otorgara.