Francisco Escobar Bravo
Miembro Conocido
Se acabó mi poder de ser tu amante,
agotado está el tiempo de alegría;
ya no puedo brindarte, vida mía,
el placer aunque fuera un solo instante.
Que conservo la vida y ya es bastante,
me dirán, exigiendo que sonría.
Pues no quiero reír, porque aquel día
la sonrisa borré de mi semblante.
El arroz se pasó, no hay quien lo coma.
Moriremos famélicos, lo siento.
Lo que digo es verdad, aunque la broma
forme parte de mí. Del monumento
que decía la pérfida paloma
ya no queda siquiera ni el cimiento.
¡Pero espera un momento..!
Me parece poder, aun siendo un rato.
¡No busquemos, mi amor, tres pies al gato!
agotado está el tiempo de alegría;
ya no puedo brindarte, vida mía,
el placer aunque fuera un solo instante.
Que conservo la vida y ya es bastante,
me dirán, exigiendo que sonría.
Pues no quiero reír, porque aquel día
la sonrisa borré de mi semblante.
El arroz se pasó, no hay quien lo coma.
Moriremos famélicos, lo siento.
Lo que digo es verdad, aunque la broma
forme parte de mí. Del monumento
que decía la pérfida paloma
ya no queda siquiera ni el cimiento.
¡Pero espera un momento..!
Me parece poder, aun siendo un rato.
¡No busquemos, mi amor, tres pies al gato!